lunes, septiembre 27, 2010

Centésimo trigésimo sexto - Quote -

Sólo vengo a poner una cita que encontré en el blog del Supersádico y que me parece simplemente perfecta.

Habemos cabrones de los cuales nunca nadie debería enamorarse, no solo por la cuestión del varo o pedos así, yo por ejemplo el varo no es algo que me importe, soy de los weyes que preferiría darle mi quincena a mi esposa y que ella la administara, me da lo mismo, el pedo conmigo es mi tremendo egoismo con mi tiempo, me gusta hacer lo que quiero hacer, cuando lo quiero hacer y que los demás hagan lo que yo quiero, eso es algo muy mezquino que no he podido cambiar de mi pero creo que las novias que he tenido se han ajustado mas a mi forma de ser de lo que yo me he ajustado a ellas.
Saludos.

sábado, septiembre 04, 2010

Centésimo trigésimo quinto - Viviendo con mujeres -

Advertencia: Moderado nivel de escatología en este post. Proceder con precaución.

Saludos querido y teórico lector.
Hoy tengo más tiempo del que suelo tener normalmente y eso repercute en que haga una pequeña actualización en un tiempo no tan mamonamente largo como últimamente se ha acostumbrado en este blog que como me gusta decir, es de todos, pero siendo un poco más específicos, es únicamente mío.

Como algunos de mis queridos y teóricos lectores saben, debido a circunstancias que a pocos interesan y a menos importan, acabo de cambiarme de departamento. Y ha sido un cambio bastante radical. Pasé de vivir con un par de holgazanes sinvergüenzas a vivir con ¡3 mujeres!

Lo primero que escucho de las personas (hombres) a los que les he comentado el hecho de que vivo con ¡3 mujeres! es:

¡SSsss.... pinche vato! ¿Y están buenas?

Y la razón por la que las personas (hombres) me dicen eso al primer momento de enterarse que vivo con ¡3 mujeres! es porque lo primero que ellos piensan es: "Menáge à trois". Por alguna razón (que ciertamente puedo entender) la primera imagen que viene a la mente de un hombre al momento de imaginar a un sólo hombre que vive con ¡3 mujeres! es una orgía colosal que durará meses.

Por otro lado, todas las mujeres que se han enterado que vivo con ¡3 mujeres! me han dicho:
Serás bendito entre las mujeres

No tengo idea de qué significa eso. No sé si sea un cumplido, una advertencia, una premonición o una amenaza.

Pero sea como sea, el vivir con mujeres es algo que ha cambiado mi vida de manera radical. Y eso que apenas llevo 1 semana viviendo con ellas.

Lo primero que notas de diferencia entre el departamento que compartía con los chavos y con las chavas, es que el departamento de estas últimas ¡Está limpio! Así es. No hay otra palabra para describirlo. No hay polvo en el suelo, no hay cabellos amontonados en la regadera, no hay platos sucios, y no hay pedazos de pastel en el techo del departamento.
Eso definitivamente es un cambio agradable. Ya no tienes que estar soportando el hedor que sale del refrigerador descompuesto que ninguno de los habitantes se ha dignado limpiar. No tienes que soportar el ver el sarro dentro del inodoro y no tienes que soportar el hecho de que 3 hombres viviendo en un departamento es algo malo.

Ahora con las mujeres, todo es distinto. Las ¡3 mujeres! estudian maestría (2 de ellas) y doctorado (la otra) en la misma escuela que yo; así que están bastante conscientes de lo que eso significa. Pero eso no hace que dejen a un lado los labores de asear el departamento y en ocasiones, cocinar, cosa que me agrada bastante.

Si bien el vivir con 3 mujeres es algo bueno, también tiene sus desventajas. O mejor dicho, sus "incomodidades". A mi nunca me ha gustado andar "sin camisa" cuando estoy descansando o algo así, pero ahora aunque quiera hacerlo NO ES POSIBLE. No puedo salir de mi cuarto por las mañanas a encender el boiler en ropa interior mientras me rasco con fruición los genitales. Digo, nunca he hecho eso y dudo alguna vez hacerlo, pero el punto ahora no es que no pueda hacerlo, sino que NO DEBO.

En el depa con los chavos, en ocasiones te encontrabas en tu habitación y esporádicamente escuchabas algún gemido aislado que bajaba de intensidad al instante. Lo único que podía explicar tal cosa, era que algúno de tus compañeros se encontraba en su cuarto viendo porno y se le olvidó bajarle al volumen. No creo necesario que indique aquí que acción imagino que realizaban mientras disfrutaban del porno.
Ahora, aunque desconozco las costumbres del goze de pornografía en las mujeres, supongo que no habrá esa clase de situaciones. Ahora tal vez sea yo el que olvide bajar el volumen de mi laptop.

Otra de las cosas que me parece interesante de vivir con mujeres, es la INMENSA cantidad de cosas que tienen. El baño tiene más de 15 productos de belleza ¡Para cada una de las chavas! Shampoo, jabón, crema, crema exfoliante, pomadas, maquillaje, etc. etc. Y además, tienen artefactos increiblemente raros como los "cepillos interdentales" que de sólo recordar como se usa una aberración así me duele la boca. Los hombres sólo tenemos: Cepillo y pasta dental, shampoo, jabón y rastrillo. Los menos hombres usan crema de afeitar, pero los machos como yo, lo hacemos a pelo, únicamente con agua.

Otro problema es que las mujeres exageran para todo.
Hace poco se acabó el papel higiénico y las chavas estaban todas histéricas, ya haciendo un plan de cuándo ir al super a comprar cosas, cómo repartirnos los gastos, etc. etc. Todo porque se acabó el papel higiénico. Bien pude ir a la tienda a comprar un paquete, pero al parecer esa idea era tan descabellada como utilizar servilletas.

Sin embargo, lo más difícil de vivir con mujeres son los pequeños detalles que nunca habías pensado antes: ¡El baño!
Si bien, todo el mundo tiene la imperiosa necesidad de ir al baño, cuando vives con tres mujeres (que no tengan relación fraternal contigo), el ir al baño no es algo tan sencillo. Digo, la teoría es la misma: entras al baño, cierras la puerta con seguro, te sientas en el bien denominado trono y dejas que los movimientos intestinales hagan lo suyo. Pero ahora es distinto.
Para mis queridas y teóricas lectoras: ¡Los hombres idealizamos a las mujeres como perfectas critaturas que NO DEFECAN! Espero que mis queridos y teóricos lectores hombres me apoyen en esto con sus siempe bien recibidos comentarios. Digo, los hombres no somos idiotas (no mucho). Sabemos que van al baño y defecan, pero preferimos pensar que simplemente, ustedes no van al baño, o a lo mucho, sólo orinan.
Pero los hombres no. Los hombres vamos y tiramos enormes leños de mierda y hasta cierto punto, nos sentimos orgullosos de ello. El problema es que... bueno... tales leños no suelen salir "calladamente". Y si te pones a pensar en que somos cuatro personas viviendo en un departamento en el que se puede escuchar cómo alguien abre la puerta de su closet cuando todas las puertas están cerradas; pues no es algo lindo.

Entonces, para todas las personas que tienen un poco de decencia, la idea de meterte en una habitación con más eco que la chingada y ponerte a "matar patos" como eufémicamente (¿existe la palabra "eufémicamente?) llamó una de las chavas al hecho de soltar gases, ya es algo que te hace pensar.
Sí, todo el mundo lo hace, es natural, no tiene nada de malo, nada más bájale y usa aromatizante, todas esas frases que piensas ya las he pensado y sabes qué... ¡Eres un hipócrita! Quiero que vayas un día a la casa de tu novia@ y mientras (él) ella está viendo la TV, quiero que entres a su baño te pongas a pedorrear como si fueran cohetes en Navidad.


Básicamente es todo lo que tengo que decir por ahora. En general, en todo lo demás estamos muy bien. Nadie se mete con nadie, no hay (ni habrá) menáge à trois, nos repartimos el quéhacer, y todos somos bastante responsables. Pero bueno, como dije, son los pequeños detalles los que se extrañan.


Saludos y perdón por la escatología.