viernes, enero 20, 2006

Vigésimo quinto - Periodismo -

Muy buenas mi querido y teórico lector.
Espero que hayas tenido una buena cosecha de agradables nimiedades en mi ausencia. Como se que sufres de una agonía incesante y un dolor indescriptible cada día que vez que aún no actualizo, he decidido hacer un pequeño post.

Este post, aunque pequeño, refleja uno de los aspectos mas importantes del indiferente estado en el que vivo: San Luis Potosí.

En este post, no voy a criticar nada. Simplemente, voy a transcribir lo que hace algún tiempo apareció en un periódico de renombre del estado. Así, entenderán muchas cosas cuando digo que hay gente estúpida.

A continuación, voy a transcribir lo que un periodista/reportero o simplemente X persona que tiene en su poder una columna periodística que haría que hasta a la misma Chloe Sullivan vomitara de rabia al ver en lo que desperdician el espacio editorial.


Poema al Pedo

Alguien me preguntó ¿Qué es un pedo? Y yo le contesté muy quedo:

El pedo es un pedo, con cuerpo de aire y corazón de viento.

El pedo es como un alma en pena que a veces sopla, que a veces truena,

es como el agua que se desliza con mucha fuerza, con mucha prisa.

El pedo es como la nube que va volando y por donde pasa va fumigando,

el pedo es vida, el pedo es muerte y tiene algo que nos divierte;

el pedo gime, el pedo llora, el pedo es aire, el pedo es ruido

y a veces sale por un descuido.

El pedo es fuerte, es imponente pues se los tira toda la gente.

Hay pedos cultos e ignorantes, los hay adultos, también infantes

hay pedos gordos, hay pedos flacos, según el diámetro de los tacos.

Hay pedos tristes, los hay risueños, según el gusto que tiene el dueño.

Si un día algún pedo toca tu puerta no se la cierres, déjala abierta,

deja que vuele, deja que gire a ver si hay alguien que lo respire.

También los pedos son educados, pues se los tiran hasta los licenciados,

el pedo tiene algo espantoso pues si lo aguantas te lleva al pozo.

El pedo tiene algo monstruoso que a veces sale con él un trozo.

Hay pedito no seas gacho no te vengas con todo y cacho.

Este poema se ha terminado con tanto pedo que me he tirado mientras escribo, mientras lo mando yo ya no aguanto, me estoy cajeteando… Si te gustó, que bueno, sino, ni pedo…



Así, de esta manera demuestro una vez más lo estúpida que puede llegar a ser la gente. Dejando a un lado la capacidad que tiene el tipo para lograr hacer rimar tantas palabras, de manera que de cierta forma deja ver un nivel de educación, es increible ver los temas en los que se desperdicia el espacio que algún columnista o algún estudiante pudiera utilizar para temas verdaderamente relevantes. Por esa y muchas razones más, compruebo que mi querido y caluroso estado: San Luis Potosí, es un estado peligrosamente ignorante.

PD. Si quieren contactar al tipo que escribió la columna su correo es:

condenadito15@hotmail.com

sábado, enero 14, 2006

Vigésimo cuarto - Culpa -

Saludos mi querido y teórico lector.
Espero que esta primera quincena del año 2k6 sea mejor de lo que hayan esperado. En caso contrario, que al menos, soporten la estupidez que los rodea.

Hoy no tengo ningún tema para criticar, sin embargo, si tengo suficientes reflexiones como para poder hacer un post medianamente interesante. Como sea, aquí va.

Gracias a que tengo bastante tiempo en estas vacaciones para pensar (o simular que lo hago), me he dado cuenta de que las cosas malas que suceden a mi alrededor (o más específicamente a mi persona), se debe básicamente a una razón, una muy sencilla razón: No tengo teléfono celular.

Si, todo lo malo que me sucede se debe a que no tengo un dispositivo de comunicación portátil (A.K.A. celular). Tal vez, mi querido y teórico lector se pregunte la razón de tan enferma deducción. Y claro, como es costumbre voy a explayarme en las razones que me llevaron a postear tan efímera estupidez, pero no obstante, al terminar mi explicación verán que realmente tengo, como siempre, la razón.

Por ejemplo. Quedo con alguna persona de vernos en algún sitio específico, a una hora específica. Como pueden imaginar, mi puntalidad no debe ser cuestionada. Sin embargo, al llegar al lugar en el que quedamos, no hay rastros de la persona. Espero 5, 10, 20, 30 minutos. Nada. Pasan otros 25 minutos... llevo casi una hora esperando y no hay rastros. Me aburro y decido irme a cualquier parte que pueda saciar mi necesidad de sano esparcimiento, pensando que de mala gana perdí 55 minutos de mi vida. Después, encuentras a esa persona en el MSN (ja! ahora uso Trillian). Te dice que la perdones, que tuvo un incidente ajeno a su voluntad que hizo que no pudiera cumplir con la cita pactada. Luego, llega el golpe final...

- Te iba a hablar, pero como no tienes celular...

Crap! Es cierto, ahora que lo pienso, es realmente mi culpa por no tener un teléfono celular, así me pudo haber llamado, no habría perdido 55 minutos y todos estaríamos medianamente satisfechos. Pero no, tenía que hecharla a perder por no contar con un celular.



No te parece suficiente querido y teórico lector:

Estás en un examen en el que no sabes nada. Varios de tus compañeros usan los mensajes de texto de sus celulares para copiarse el examen. Te falta la respuesta a una pregunta. Esa pregunta es la que decide si pasas o no. Pero... ¿Cómo preguntarla? Fácil, mandas un mensaje a quien creas que tiene la respuesta (porque él si tiene celular) y listo. Te manda un mensaje con la respuesta. Así es como todos en el salón lo hicieron. Sorpresa, yo no tengo celular. Así que ni modo, debo arriesgarme...


Uno de mis compañeros de clase no pudo asistir a ver cuando le tocaba inscribirse. Trató de comunicarse conmigo, pero yo estaba en Internet posteando esto. Gracias a eso, él pierde la oportunidad de inscribirse. Yo gano una golpiza innecesaria y todos medianamente enojados. Si hubiera tenido celular me hubiera marcado al celular y le hubiera dicho cuando se inscribía, así no hubiera tenido necesidad de golpear sus puños con mi rostro.


Me pongo a jugar Final Fantasy VIII, pero quiero ver el Dr. House a las 18:00. Pasa el tiempo, termino el CD 1 y salvo. Veo el reloj y... las 18:53. Nooooooooooooo!!! Si hubiera tenido un celular hubiera podido poner un recordatorio y listo. Hubiera visto el Dr. House.


Uno mas:

Hace algún tiempo me encontré con una jóven sueca ninfómana, soltera y bisexual (no hace falta decir que extremadamente potable y bonita). Ella tenía prisa así que me dijo que la llamara y me dijo su teléfono celular. Mi memoria fotográfica tomó nota de ese número, hasta que me di cuenta de que... faltaba un número. Por alguna razón (supongo que los litros de agua de rompope que tomé), olvidé un número (desafortunadamente, no supe cúal fue). Si hubiera tenido un celular, hubiera podido anotar el número completo y haber tenido una desenfrenada noche de pasión en la que, cómo diría el autor, hubieramos fornicado como si no existiera el infierno (aunque con aquello de que no creo en eso... blablabla).


Por esas y muchas razones mas, he demostrado que todo lo malo que me sucede es por que no tengo un teléfono celular.

Si quieren que prosiga con las razones, ya saben dejen un mensaje. Si me gusta lo que dicen talvez haga otro post de estos, si no me gusta, sólo me mofaré de todo lo que digan.

See ya.

miércoles, enero 04, 2006

Vigésimo tercero - Empezando mal -

Saludos querido y teórico lector. Por increible que parezca, esta vez estoy actualizando en un periodo de tiempo mas corto que el normal. Esto se debe, principalmente a que tengo un tema para criticar y que tengo mucho tiempo libre.

En serio, es vomitiva la cantidad de tiempo libre que tengo...

OK, tal vez el teórico lector ya imagine el porque de la frase con la que titulo el post: "Empezando mal". Supongo que tal vez acertó. Se llama así, porque a pesar de que acabamos de comenzar el año 2006, la gente de mi poco amable estado comienza a hecharla a perder.

Bueno, esto es comprensible. Posiblemente, las personas no se den cuenta de que este año es algo especial. ¿Por qué? Fácíl mi querido y teórico lector... este es uno de los pocos años cuyo número es únicamente divisible entre tres números (2,17 y 59), que la suma de estos tres números da un número de dos cifras cuya suma es 6, que la raíz cuadrada de 2006 es 44.8, y que la suma de estos tres dígitos también da 6, que la suma de los números de 0 a 2006 da 2013021 o sea, un número que no tiene nada que ver con lo anterior...

Aun con todos estos datos, por mas ilógico que parezca, las personas cada vez se vuelven mas estúpidas. Como se verá mas adelante en el blog, esto al parecer no les molesta. Por esta razón mi querido y teórico lector te presento:

Estupidez Humana
Why even in my dreams, everybody comes to an idiot?

*** Antes de comenzar, quiero advertirles que este es el post mas grande que he puesto, así que leánlo bajo su propio riesgo ***


Ok, antes de comenzar con el blog, voy a permitirme escribir unas cuantas leyes fundamentales de la estupidez, tan ciertas como la ley de la Gravedad ó, mejor aun, como la Ley de Murphy

La Primera Ley Fundamental: " Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo".
La Segunda Ley Fundamental: " La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona".
La Tercera Ley Fundamental: " Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio".
La Cuarta Ley Fundamental: " Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error".



EL PODER DE LA ESTUPIDEZ



Como ocurre con todas las criaturas humanas, también los estúpidos influyen sobre otras personas con intensidad muy diferente. Algunos estúpidos causan normalmente perjuicios limitados, pero hay otros que llegan a ocasionar daños terribles, no ya a uno o dos individuos, sino a comunidades o sociedades enteras. La capacidad de hacer daño que tiene una persona estúpida depende de dos factores principales: del factor genético y del grado de poder o autoridad que ocupa en la sociedad.

Nos queda aún por explicar y entender qué es lo que básicamente vuelve peligrosa a una persona estúpida; en otras palabras en qué consiste el poder de la estupidez.


Esencialmente, los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido.


Una persona inteligente puede entender la lógica del malvado. Las acciones de un malvado siguen un modelo de racionalidad: racionalidad perversa, si se quiere, pero al fin y al cabo racionalidad. El malvado quiere añadir un "más" a su cuenta. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener un "más" para sí, procurando también al mismo tiempo un "más" para los demás, deberá obtener su "más" causando un "menos" a su prójimo.


Desde luego, esto no es justo, pero es racional, y si es racional uno puede preverlo.


Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Una criatura estúpida os perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo alguno racional de prever si, cuándo, cómo, y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.


Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, de ello se deriva que generalmente el ataque nos coge por sorpresa incluso cuando se tiene conocimiento del ataque no es posible organizar una defensa racional, porque el ataque, en sí mismo carece de cualquier tipo de estructura racional.


El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Hay que tener en cuenta también otra circunstancia. La persona inteligente sabe que es inteligente. El malvado es consciente de que es malvado. El incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Al contrario de todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido. Esto contribuye poderosamente a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su acción devastadora.


Con la sonrisa en los labios, como si hiciese la cosa más natural del mundo, el estúpido aparecerá de improviso para echar a perder tus planes, destruir tu paz, complicarte la vida y el trabajo, hacerte perder dinero, tiempo, buen humor, apetito, productividad, y todo esto sin malicia, sin remordimientos y sin razón. Estúpidamente.


No hay que asombrarse de que las personas incautas, generalmente no reconozcan la peligrosidad de las personas estúpidas. El hecho no representa sino una manifestación más de su falta de previsión. Pero lo que resulta verdaderamente sorprendente es que tampoco las personas inteligentes ni las malvadas consiguen muchas veces reconocer el poder devastador y destructor de la estupidez.


Generalmente, se tiende incluso a creer que una persona estúpida sólo se hace daño a sí misma, pero esto significa que se está confundiendo la estupidez con la candidez.



Después de esta no tan breve pero muy explícita introducción, puedo proseguir con lo que es el punto central de este post.

Durante muchos años, he estado rodeado de estupidez. Desde los ignorantes vecinos, los enclenques mentales de los desconocidos y cientos de compañeros de clase. Claro, algunos más que otros. Sea como sea, nunca había caido en la cuenta de la cantidad de estupidez que había alrededor mio. ¿Cómo olvidar a aquellos compañeros de la primaria que juntaban dinero en una copa de vidrio de Coca-Cola para hacer un torneo de fútbol y el equipo que ganara conservara el dinero? Pero que felizmente siempre alguién acababa "perdiendo" el dinero y al final se quedaban hasta sin copa.
O claro, en la secundaria, la gran habilidad que tenían los compañeros para convertirse en soplones y hacer caer a todos los que habían visto una revista pornográfica en la escuela, ya que a algún estúpido se le había ocurrido verla a media clase, con un profesor medianamente avispado.
O incluso, en la preparatoria, en la que el día final, en el que todos escriben algún mensaje en una hoja de forma anónima una chava idiota, (y me atrevo a adivinar que gorda y zoza) se equivoca con tu nombre. Y pone el de otra persona completamente diferente.

Pero mejor aun. Esto toma otra dimensión en cuanto no estás en la escuela. Ahí es cuando te das cuenta de que aunque la pubertad es un estado de excesos hormonales, asimetría corporal, requiebres involuntarios de voz, obsesión masturbatoria, y paranoia social, la estupidez es un fenómeno que no conoce de edades ni etapas de la vida. Está presente en mas personas de las que crees. Un ejemplo, aquella amable persona que "encierra" tu carro en un estacionamiento público sólo por que le queda 3 metros mas cerca de su casa, anque 5 metros mas a la izquierda hay un espacio vacío, en el que no molestaría a nadie.
O las "adolescentes" que usan la biblioteca pública para asustarse en lugar de tomar un libro y cultivarse. Otro más: El "concienzudo" conductor que se detiene en el semáforo del lado extremo izquiero, (o sea, el lugar para dar vuelta), pero que sin embargo no tiene la intención de girar, haciendo que amablemente pierdas valiosos minutos de tu apresurada vida. O aquella señora gorda que se venía durmiendo en el camión y que justamente unos metros antes de donde se baja despierta, toma sus cosas (que no son pocas) y comienza a avanzar empujando a todo lo que esté a su paso... golpeando a los que van sentados, empujando a los que van de pie y demostrando a todo mundo lo idiota que una persona puede llegar a ser en un camión urbano. Pero claro, para que quede mas claro el asunto, también se la pasa timbrando durante dos cuadras en las cuales NO hay parada, encabronada hasta el orto por que el chofer no la bajó en el lugar en donde se despertó...


Ejemplos como estos hay cientos. Seguramente mi querido y teórico lector ha convivido con alguno de estos ejemplos.

No obstante, después de que las personas hacen su estupidez, no se sienten mal, o mejor aun arrepentidas por se estúpidas. Oh! No, claro que no. Lo que hacen es sentirse felices por hacer enojar al chofer del camión urbano, asustar a una de sus amigas, detener el tráfico y ganar calurosos (pero no amables) saludos para su madre, o confundir al mejor estudiante de su generación.



Después de tanta estupidez para donde voltees, te reconforta saber que llegarás a tu casa y que podrás disfrutar de un momento de sana y (según tú) culta diversión. Enciendes la TV y sólo vez programas en los que se promueve la idiotez, la humillación y la degradación. Lo mejor de esto... pagan por ella.
Desilusionado, te das cuenta de que no era lo que esperabas, así que mejor entras a la red de redes. Revisas tu e-mail. Tienes 6 mensajes recibidos... de los cuales, 1 es de E-bay, y los otros cinco son Spam... y de ese spam que tiene justo lo que necesitas... más estupidez. Para cambiar de aires, mejor entras a alguno de esos foros que sules visitar. Sorpresa, una discusión para ver si hay algún personaje que pueda ganarle a Gokú. (Sobra decir que esta es una discución estúpida, ya que nadie le puede ganar a Gokú). El autor tiene una muy interesante opinión acerca de este tema en específico. Buscas alguna otra cosa y te enteras de que hay varios Ing. en Sistemas chateando...

Así termina tu día. Rodeado desde la mañana por la estupidez. Pero cada día que pasa la gente parece ser mas estúpida. Pero por eso mas feliz. Bien dicen que la gente estúpida es gente feliz. A continuación, un ejemplo que escuché de algún estudiante:

- Ash!!! No se porque el maestro me puso mal la 3. El dice que la raiz cuadrada de un número al cuadraro es el mismo número, pero no es cierto, mira: raiz cuadrada de 8 = 4.
cuatro al cuadrado = 16.
¬¬

Como diría Cerebro (de Pinky y Cerebro):

- Ha de ser hermoso ser tan estúpido.


Cansado, te duermes, esperando que al día siguiente la gente sea un poco, sólo un poco mas lista. Despiertas y te das cuenta de que no es así. Ahora, es mas estúpida que cuando te dormiste hace 6 horas.

Frustrado, te preguntas si es posible tanta estupidez en una persona... pues déjame contestarte:

No importa cuan estúpida sea una persona, no importa que pienses que no puede ser mas estúpida. Esta siempre te sorprenderá.




Quiero hacer una mención honorífica a la página:

http://www.personal.able.es/cm.perez/estupidezhumana.htm

Que me sirvió para realizar la primera parte de este post.



PD. Con eso de que estamos en día de Reyes y demás, aquí les dejo un link de un blog, con un post que habla de la verdadera historia del día de Reyes. Sólo puedo decir que RULES!!!

http://slaade.blogspot.com/2006/01/grandes-momentos-de-estupideces-los.html



Nos vemos.