viernes, agosto 28, 2009

Centésimo décimo séptimo - ¡No pinches mames! -

Todo aquel que haya leído un poquito este blog, o que me haya conocido aunque sea brevemente, sabrá que me gustan los videojuegos. Y también sabrá que soy un participante de la democracia (aunque a veces falle) y sobre todo, que defiendo la libertad que tienen todas las personas para hacer de su vida un papalote y metérselo por el culo si así lo desearan.

Pero, hay otras personas, en otros países, que tienen un IQ menor que el número de canales de televisión abierta y se pasan por el orto los deseos y gustos de las demás personas y hacen mamadas como las que a continuación te presentaré.



"Ley para la prohibición de videojuegos y juguetes bélicos"

Un grupo de pendejos, curiosamente venezolanos, acaban de decidir, por sus huevos (o por la falta de estos) lanzar al congreso venezolano una iniciativa para prohibir los "juguetes y videojuegos bélicos" en su país.

Las razones que exponen son las siguientes:

Resulta imposible desconocer la influencia que tienen los juguetes sobre el desarrollo de una de las etapas más importantes de la vida, como es la niñez. El modo de jugar y la vinculación de los niños a través de los juegos resultan afectados seriamente por los juguetes bélicos, ya que tienden a que dichas relaciones se establezcan en muchos casos, a partir de aspectos violentos y de agresión hacia otro ser humano.

...

Es necesario transformar con la educación la cotidianidad e influencia de los juegos infantiles, a través de la promoción de juegos con objetos no violentos, pues ello implica perpetuar visiones pacifistas en los cuales no se admita la destrucción de otros seres humanos.


No mamar.
Venezuela es el país latinoamericano que más militarización ha tenido en los últimos años, y no me molestaré en decir que es por culpa del pendejo simio que tienen como presidente. Y ahora resulta que según ellos, los "juguetes bélicos" son los culpables de todo. De las rebeliones y las guerras civiles que tienen en su país.

No toman en cuenta que los videojuegos tienen una clasificación, como si de películas se tratara. Si los padres de familia tuvieran el cuidado de revisar esta clasificación y comprar de acuerdo a la edad de sus hijos, no habría niños de seis años tratando de dispararle en el cráneo a todo lo que se mueva. Si los padres de familia tuvieran las ganas de hablar con sus hijos y explicarle la diferencia entre la vida real y un videojuego, si compartieran tiempo con ellos para jugar, otra cosa sería. Pero es más fácil quitar todos los videojuegos...

La mentada iniciativa, prosigue citando la declaración universal de los derechos humanos, de los derechos del niño y quién sabe cuántas mamadas más que los pendejos de los que suscriben creen que los sustentan para hacer su desmadre.

Simplemente, ha de ser hermoso ser tan estúpido.
Vas a prohibir que los jóvenes, adultos y niños tengan un sano esparcimiento no'más porque resultaste un hijo de la chingada con andropausia.

Según esta iniciativa, el que los niños y niñas jueguen a los vaqueros, con sus pistolas de juguete, o a los policías o que tomen su videojuego y traten de asesinar zombies es la razón de que cuando crezcan se conviertan en asesinos o peor aún, insurrectos. Nada tiene que ver la violencia intrafamiliar, los problemas psicológicos o el últimamente famoso "bullying" que sufren los chavitos.

Y lo peor de todo, no sólo se quedó en una iniciativa. Según EPA, los legisladores ven con buenos ojos esta clase de mamadas y ya se da casi como un hecho, porque siendo sinceros, ¿A poco creen que el Sr. Chávez va a prohibir una legislación que le permite aumentar la velocidad a la que convierte al comunismo al país?
Estas son mamadas tan ridículas como cuando María Rojo trató de prohibir el doblaje de películas en México, según ella que porque hacía que las películas mexicanas fueran menos vistas que las extranjeras.

Si esta ley se aprueba, no únicamente le partirá su madre a millones de personas en Venezuela que disfrutan de los videojuegos, sino también a todas aquellas microempresas que se sustentan en la venta de videojuegos. Y no sólo eso, sino que también impedirá que las grandes empresas como Sony, Microsoft, EA, etc, tengan oficinas regionales en ese país, lo que redundaría en falta de soporte técnico local para su país. Y lo que es peor, es un paso hacia atrás en las intenciones que las macroempresas tenían para distribuir sus videojuegos ¡EN ESPAÑOL! lo que afecta directamente a todos los hispano hablantes aunque no vivamos en Venezuela.

Las reacciones no se han hecho esperar.
Pueden googlear y verán como el Internet está completamente en contra de esto, desde foros importantes a nivel latinoamericano, como lo son laneros, hasta blogs y páginas de WordPress que muestran su descontento.

Querido y teórico lector, me cae que en Venezuela están jodidos. De no ser porque ahí se dan las que tal vez sean las mujeres más buenas de latinoamérica (junto con Colombia) sería el peor lugar para vivir en este continente.

Pueden ver toda la iniciativa aquí.

miércoles, agosto 26, 2009

Centésimo décimo sexto - Sin título todavía -

Saludos querido y teórico lector. Estoy a sólo unos días de comenzar con mi maestría y muchas cosas se han sucedido, y como siempre, relativamente pocas han sido a mi favor. Y por cierto, todavía sigo con mi Blogger's Block.

Una de las cosas que más me han pateado la entrepierna es la falta de cooperación y apoyo que he tenido de parte de mi familia con respecto a mi desición de realizar estudios de posgrado. Aunque mis padres primero vieron con recelo mi determinación de seguir estudiando - especialmente mi padre - al parecer ya han aceptado esto como inexorable y han dejado de hacer comentarios mordaces y simplemente se mantienen al margen, y se la pasan mordiéndose un huevo para no criticar mi gusto. De hecho, al parecer esta nueva aceptación ha redundado en que finalmente le tomen cariño a la idea y traten de apoyarme, aunque sea levemente.

El lugar en la que estudiaré mi maestría será la Ciudad de México, y como diría Brozo, no es lo mejor, pero es lo idóneo. Afortunada o desafortunadamente, tengo varios parientes en el Distrito Federal. E irónicamente, ellos son los que más me recriminan la desición de aumentar mi conocimiento, aunque me esté desenvolviendo independiente de todos ellos, sin pedir ayuda a ninguno y sin causar molestias más allá de una visita social un sábado o domingo.

Me han llenado de preguntas incisivas, no sé si con la pura intención de probar mi determinación o para expresar amablemente su desacuerdo.

Y aunque se mantienen al margen, cada que tienen la oportunidad, comienzan a cuestionarme los motivos que me empujan a preferir un posgrado sobre la posibilidad de encontrar un empleo bien remunerado. Y luego preguntan con insistencia renovada qué haré después y porqué y cuándo, etc.

Pero en cuanto les comento que mi deseo es estudiar un doctorado, no pueden reprimir su malestar y explayan su desacuerdo.
- Mejor ponte a trabajar - me dicen algunos.
- Luego no vas a encontrar trabajo - preveen otros.
- Gana tu dinerito y luego te vas a viajar - Insiste mi tía una y otra vez.
- Apoya a tus padres - Me recriminan los últimos.

Para los que me conozcan, saben que desde hace mucho tiempo, mi plan de vida ha tenido el doctorado como una de las metas principales. Y es molesto que en lugar de recibir apoyo, o al menos, respetuoso silencio sólo obtenga reprimendas y cuestionamientos.

Como no tengo nada más que agregar, simplemente me permitiré postear un poema de Sor Juana Inés de la Cruz, que representa perfecto lo que siento.

Saludos.

En perseguirme, mundo ¿Qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento,
y no mi entendimiento en las bellezas?

Yo no estimo tesoros ni riquezas
y, así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.

Yo no estimo hermosura que vencida,
es despojo civil de las edades;
ni riqueza me agrada fementida;

teniendo por mejor, en mis verdades,
consumir vanidades de la vida,
que consumir la vida en vanidades.