Nota: Este post desafortunadamente NO tiene fotografías - que en mucho hubieran ayudado - porque soy pobre y no tengo cámara fotográfica... ni en el celular. Pido disculpas por ello.
Saludos querido y teórico lector. Creo que hacía mucho tiempo que no escribía un post como se debe. Siempre llego y escribo todas las mamadas que quiera y les hago notar que soy una verga para lo que sea que quiera presumir y les digo que tal película está de la re'chingada y me quejo por un sinnúmero de cosas que a nadie importa, pero como ya estaban leyendo el texto, pues ni modo.
En los últimos meses, creo que he sufrido de algo que algunos bloggers llaman "Blogger's Block", lo que en el buen blog de "El rincón del ornitorrinco" fue definido como: "No tener la pila, entusiasmo o energía de escribir, aun cuando los post se amontonaban en mi cabeza". Eso fue lo que sucedía. Afortunadamente, ahorita si tengo las ganas y la idea, además de una hora de ciber café pagada.
Como muchos ustedes saben, mi padre será intervenido quirúrgicamente para reemplazar su cadera por una hecha de una aleación de titanio y no sé que otro metal inocuo. Su cirugía fue programada para el día viernes 08 de mayo, en la ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León. Debido a situaciones de problemas de logística, inesperados daños en la cadera de mi padre y un buen de insignificancias más, su operación fue postergada hasta el día viernes 15 de mayo. Esto fue una patada en las bolas para todos.
Sea como sea, mi padre fue internado y lleva ahí hasta la fecha, esperando pacientemente, mientras se aburre como ostra. Está tan aburrido, que ya hasta comenzó a leer un libro: "La isla del tesoro". No recuerdo que mi padre haya leído un libro en toda su vida, y ahora que lo está haciendo, lamento que tenga que estar en esa situación para comenzar.
Por si no lo sabes querido y teórico lector, yo viajé con él y con mi madre a la ciudad de Monterrey, y todos los días realizamos nuestras caravanas para llegar al hospital y verlo alrededor de cuatro horas. Desafortunadamente, por la chingada influenza, no es permitido que lo veamos en horas de visita, sino que la persona que pase a verlo, deberá estar con él al menos ocho horas. Hasta terminar esas horas, otra persona puede asistir a verlo.
Como podrás imaginar, ocho horas en un hospital es algo deprimente, pero sobre todo aburrido, así que mi madre entra un día y yo entro otro, así nos dividimos el tiempo y no estamos las ocho horas de hueva.
Pero de lo que vengo a hablarte hoy, no será de las peripecias que realizamos (o bueno, realizan los médicos y las enfermeras, eso será para el siguiente post), sino para hablarte de nada más y nada menos que de la ciudad de Monterrey.
Con únicamente siete palabras más como prefacio, te presento:
Yo nunca antes había venido a la ciudad de Monterrey. Siempre leía o veía en la televisión reportajes, informes, documentales u opiniones de la que se considera la segunda ciudad más grande del país. Por obvias razones, yo imaginaba que sería una metrópolis encabronadamente grande, cosmopolita, chigona pues. Nada más lejos de la realidad.
Mr. Ñets hizo un resumen muy chingón en Recolectivo que ahora comprendo perfectamente. Cuando leí su texto, hubo una frase que no entendí del todo, pero que ahora sí (me cae que soy bien cabrón):
Eso es sin duda alguna, la mejor definición de Monterrey que jamás podrás tener. O al menos eso pensé, hasta que leí el chingonsísimo texto de Daniel, de nueva cuenta, también en Recolectivo.
Lo primero que debo decir es que en lugar de ser cosmopolita, es lo que Chilangelina describió como "ranchopolita". (Les debo el link, pero es que estoy en un cyber usando Internet Explorer... ¡Hazme el chingado favor!). La gente es muy amable (a diferencia de San Luis Potosí), pero también es descuidada y valemadrista. No he tenido la oportunidad de comprobar la idea generalizada de que son "ahorrativos", pero al menos otros varios clichés sí se cumplen. La única música que se escucha en la ciudad, es música norteña. Y nada más. Hasta los señores que se suben a cantar a los camiones cantan música norteña. Y nada más. Y aunque algunas canciones tienen letras bien "llegadoras", en general es como si te pusieran a escuchar durante horas la canción del Bon Ice Chilito.
Saludos querido y teórico lector. Creo que hacía mucho tiempo que no escribía un post como se debe. Siempre llego y escribo todas las mamadas que quiera y les hago notar que soy una verga para lo que sea que quiera presumir y les digo que tal película está de la re'chingada y me quejo por un sinnúmero de cosas que a nadie importa, pero como ya estaban leyendo el texto, pues ni modo.
En los últimos meses, creo que he sufrido de algo que algunos bloggers llaman "Blogger's Block", lo que en el buen blog de "El rincón del ornitorrinco" fue definido como: "No tener la pila, entusiasmo o energía de escribir, aun cuando los post se amontonaban en mi cabeza". Eso fue lo que sucedía. Afortunadamente, ahorita si tengo las ganas y la idea, además de una hora de ciber café pagada.
Como muchos ustedes saben, mi padre será intervenido quirúrgicamente para reemplazar su cadera por una hecha de una aleación de titanio y no sé que otro metal inocuo. Su cirugía fue programada para el día viernes 08 de mayo, en la ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León. Debido a situaciones de problemas de logística, inesperados daños en la cadera de mi padre y un buen de insignificancias más, su operación fue postergada hasta el día viernes 15 de mayo. Esto fue una patada en las bolas para todos.
Sea como sea, mi padre fue internado y lleva ahí hasta la fecha, esperando pacientemente, mientras se aburre como ostra. Está tan aburrido, que ya hasta comenzó a leer un libro: "La isla del tesoro". No recuerdo que mi padre haya leído un libro en toda su vida, y ahora que lo está haciendo, lamento que tenga que estar en esa situación para comenzar.
Por si no lo sabes querido y teórico lector, yo viajé con él y con mi madre a la ciudad de Monterrey, y todos los días realizamos nuestras caravanas para llegar al hospital y verlo alrededor de cuatro horas. Desafortunadamente, por la chingada influenza, no es permitido que lo veamos en horas de visita, sino que la persona que pase a verlo, deberá estar con él al menos ocho horas. Hasta terminar esas horas, otra persona puede asistir a verlo.
Como podrás imaginar, ocho horas en un hospital es algo deprimente, pero sobre todo aburrido, así que mi madre entra un día y yo entro otro, así nos dividimos el tiempo y no estamos las ocho horas de hueva.
Pero de lo que vengo a hablarte hoy, no será de las peripecias que realizamos (o bueno, realizan los médicos y las enfermeras, eso será para el siguiente post), sino para hablarte de nada más y nada menos que de la ciudad de Monterrey.
Con únicamente siete palabras más como prefacio, te presento:
Monterrey
Cuando tuve, yo te tuve te mantuve y te di...
Yo nunca antes había venido a la ciudad de Monterrey. Siempre leía o veía en la televisión reportajes, informes, documentales u opiniones de la que se considera la segunda ciudad más grande del país. Por obvias razones, yo imaginaba que sería una metrópolis encabronadamente grande, cosmopolita, chigona pues. Nada más lejos de la realidad.
Mr. Ñets hizo un resumen muy chingón en Recolectivo que ahora comprendo perfectamente. Cuando leí su texto, hubo una frase que no entendí del todo, pero que ahora sí (me cae que soy bien cabrón):
Monterrey es un pueblo que se sueña ciudad
Eso es sin duda alguna, la mejor definición de Monterrey que jamás podrás tener. O al menos eso pensé, hasta que leí el chingonsísimo texto de Daniel, de nueva cuenta, también en Recolectivo.
Monterrey no es en esencia culta, cosmopolita, refinada y mucho menos bohemia.
Ni modo, no nació así.
Lo primero que debo decir es que en lugar de ser cosmopolita, es lo que Chilangelina describió como "ranchopolita". (Les debo el link, pero es que estoy en un cyber usando Internet Explorer... ¡Hazme el chingado favor!). La gente es muy amable (a diferencia de San Luis Potosí), pero también es descuidada y valemadrista. No he tenido la oportunidad de comprobar la idea generalizada de que son "ahorrativos", pero al menos otros varios clichés sí se cumplen. La única música que se escucha en la ciudad, es música norteña. Y nada más. Hasta los señores que se suben a cantar a los camiones cantan música norteña. Y nada más. Y aunque algunas canciones tienen letras bien "llegadoras", en general es como si te pusieran a escuchar durante horas la canción del Bon Ice Chilito.
Los conductores tenían fama de ser prácticamente simios al volante y aunque en efecto manejan descuidadamente, los del DF siguen teniendo el premio a los más hijos de perra al volante. Pero lo que no tiene abuela es el precio de los camiones. En general, todo está caro en Monterrey: la comida, el agua, la renta de computadoras, las maquinitas, etc, pero el transporte urbano está que no tiene madre: ¡$11.00 el pasaje! Y yo que me quejaba de que en San Luis había aumentado a $5.50.
El calor está de su puta madre, pues ha habido días en que hemos llegado a 41°C. Eso es una patada a los genitales. ¿Cómo puede alguien vivir en un lugar en el que tienen temperaturas tan altas?
Hasta ahora, lo único bueno que he encontrado en Monterrey, es que tiene la mayor densidad de población de mujeres copa C o SUPERIOR del país. Y aunque me cague que estemos a 41°C, ver los escotes y diminutos maxi cinturones que usan como shorts las mujeres, bien vale la desgraciada temperatura y los dos litros de agua que tienes que tomar cada hora para no deshidratarte.