lunes, julio 05, 2010

Centésimo trigésimo tercero - Euler se pronuncia Oiler -

Saludos querido y teórico lector.
En efecto, sigo vivo, y como dijeron alguna vez en alguna parte "Los rumores de mi muerte han sido exagerados". Ya ni siquiera trataré de excusarme por no pararme tan seguido a escribir aquí, pero estoy seguro de que comprenderás que tiempo es algo que no me sobra y ya que mi vida está acotada por ir a la escuela y hacer tarea, tampoco tengo muchos temas que postear.

Leyendo el blog del Supersádico (porque eso sí, no escribiré ni en clases, pero bien que sigo leyendo), me he dado cuenta de que no valgo madre y que al mundo no le interesa. En resumidas cuentas, me acaba de entrar la crisis de identidad de la mediana edad.

Tengo 24 años, en unos meses cumpliré 25. Pocos menos de la mitad de lo que me gustaría vivir. Y simplemente no soy nadie. La mayoría de las personas de mi edad tienen empleos estables, seguro social, AFORE, y comienzan a visualizar y preparar planes para el futuro (una familia, una casa, un mejor empleo, etc.)
Sin embargo, yo no tengo nada de eso. Aunque como estudiante del CINVESTAV tengo ISSSTE y en caso de que me apuñalen puedo ir a urgencias a alguna de sus clínicas, esto por supuesto no genera ningún tipo de antigüedad ni otro beneficio alguno. Por supuesto no tengo AFORE por lo que corro el riesgo de ser un anciano sin un centavo.

No tengo empleo, y por lo mismo, no puedo acumular "experiencia laboral" tan necesaria en estos días al momento de solicitar un empleo.
No tengo automóvil, no tengo TV propia, y la beca que tengo no es suficiente para ahorrar una cantidad decente.

Ahora que ya tengo sobrinos, la esperanza de "al menos" tener segura como herencia la casa en la que viví durante 20 años, ha desaparecido. Es seguro que esa casa pase directamente a mis sobrinos, ya que yo "ya soy ingeniero".

No tengo nada.
Ciertamente tengo estudios de más, estudios que en teoría deberían darme mejor remuneración por el empleo que realizaré algún día, espero yo como investigador. No obstante, nada es seguro. Si quiero seguir con el plan de vida que tengo, todavía me falta un año de maestría y al menos tres años de doctorado más.

¿Y mientras?

Terminaré mi doctorado cerca de los treinta años, esperando que en ese momento tenga la suerte o la capacidad suficiente para comenzar a trabajar como investigador, ya sea en una institución de educación superior o en los departamentos de Investigación y Desarrollo de la iniciativa privada. Seré un erudito de treinta años de edad, con prácticamente nula experiencia laboral, elevados conocimientos en matemáticas avanzadas tan completamente INNECESARIOS en los empleos comunes de los ingenieros mexicanos, con papers publicados que traten de sistemas de control tan avanzados que no serán aplicables en la industria debido a su complejidad sino hasta dentro de 30 años y lo más importante de todo: No tendré ni un peso.

Así es. Porque o estudio o trabajo. Si hay veces que todo el día no alcanza para estudiar y todavía quieren que trabaje... además de que va en contra de las reglas, puesto que la maestría es de tiempo completo. Seré un Doctor de 30 años de edad, sin planes de matrimonio o familia, sin un hogar mío, sin ahorro alguno y cuya única habilidad sería TAL VEZ, la de ser más ilustrado que la persona que me contrate. Eso sí, con un chingo de libros en mi haber, con un buen de ecuaciones y teoremas cada uno.

Tal vez en cinco años yo sea un nerd con poco cabello que buscará su primer empleo "en serio", pero por alguna razón, aunque me preocupa, no me molesta. Actualmente hago lo que me gusta y eso es más de lo que muchas personas pueden presumir. Además, en la maestría aprendí que Euler se pronuncia Oiler.