miércoles, septiembre 07, 2011

Centésimo cuadragésimo octavo - Se nos fue el agua -

Como ya muchos de mis queridos y teóricos lectores saben, las incesantes lluvias de esta horrible ciudad han hecho que algún lugar importante se inunde, lo que causó que alguna cosa importante se rompiera y para terminar rápido, media ciudad no tiene agua.
En general, la carencia de agua en la Ciudad de México no es nuevo y hasta cierto punto las personas han aprendido a vivir con eso. Sin embargo, cuando de la nada rompes la monotonía y así de huevos te quitan el agua sin avisarte, las cosas cambian radicalmente.

Cuando se va el agua por algunas horas, encuentras que es particularmente incómodo. No puedes lavarte las manos, no puedes lavar la ropa, los trastes, o algo tan simple como descargar el inodoro. Básicamente, durante algunas horas regresas a la edad media.
La diferencia de las personas que vivían en la edad media con las que viven en la edad actual, es que las personas de la edad media no eran huevonas. Ellas cargaban sus cubetas de agua por medio pueblo. Ahora, además de que no hay un puto río con agua potable en cientos de kilómetros a la redonda, las personas no cargan ni un sweater. Entonces, cuando no tienes agua por algunas horas, te encabronas, tal vez maldices un poco y dejas el inodoro con una generosa sorpresa para el siguiente en usarlo. Pero cuando la ausencia de agua dura más que unas pocas horas y sobre todo, cuando sabes que no habrá en algún tiempo, la ausencia de agua es poco más que una patada en las bolas y poco menos que una tragedia.

Afortunadamente, nuestro eficiente gobierno, conocedor de que sin agua a todos nos carga la verga de ocho patas, decidió que era buena idea el enviar pipas llenas con agua potable para repartir en todos aquellos lugares que no tienen agua, pero sí muchos huevos para exigirla. Y eso es lo que hoy vengo a comentarte, querido y teórico lector. Hoy fui testigo de cómo la histeria colectiva puede ser más peligrosa que un montón de narcos disparando al aire.

Por eso hoy te presento

¡Aguas!
Mi querido y teórico lector será capaz de perdonar mi poco imaginativo título

Acabo de ir a comer con Doña Gorda, y fue increíble ver como los vecinos se peleaban por el agua. Vecinos que antes solía ver tomando juntos o platicando cómodamente ahora casi se agarraban a golpes por decidir de quién era el primer turno en recibir agua de las pipas que envió el gobierno de la Ciudad de México. Como si los primeros chorros vinieran de la mismísima fuente de la juventud y los demás chorros fueran una mezcla de orines. Esos vecinos que antes compartían un churro de marihuana ahora se lanzaban improperios mientras sus esposas se ponían a la mitad del camino deteniéndolos y sintiéndose moralmente superior a su similares. Las mujeres que no tenían a un esposo o hermano para defenderlas se unían como una fuerza gritona que jalaba con intensidad la manguera de las pipas, mientras ignoraban el reclamo generalizado. 

Personajes que antes se saludaban con cordialidad se transformaron en gritones y exigentes monstruos que demandaban ser los primeros en recibir el agua. Mientras tanto, las ancianitas solas, apenas llevaban una o dos cubetas que cargaban con dificultad mientras los más jóvenes se empujaban en orden de sacar a los demás de la fila usando amenazas y amedrentando a las personas. La amabilidad y la caballerosidad pasaron a un chingar a su madre, nadie se ofrecía a llevar las cubetas de las señoras por miedo a perder su lugar en la fila. ¿Cómo iban las madres de familia a permitir que uno de sus hijos ayudara a la viejita con su cubeta cuando ellas mismas tenían 10 cubetas que cargar y por las cuales preocuparse? No vaya a ser que alguien le robe su cubeta y ¿Cómo identificarla entre ese mar de recipientes? Otra señora no muestra interés en que su hija embarazada está fumando marihuana, pero no pierde detalle de las personas que quieren meterse en la fila.


Incontables cubetas se formaban una tras otra mientras sus dueños las vigilaban celosamente. Cada uno veía con recelo al vecino que iba antes que él. Las pipas de agua soltaban con generosidad el líquido, pero por enorme que pudiera parecer la pipa, las cubetas nunca se acababan. Lo que antes hacía las veces de botes de basura, ahora eran utilizados para almacenar agua. Espero yo que con la idea de usarla en alguna actividad que no requiera pureza, como tal vez el usarla para la descarga del inodoro. La lluvia que causó todo esto, mientras antes era odiada por todos, ahora es implorada para poder recolectarla y utilizarla sin perder sus valiosas reservas de agua potable. Con el sol cayendo pesadamente sobre la Ciudad a la hora de la comida, el ver el cuantioso caudal de transparente agua hace que un trago se me antoje. No sé cuántos días lleven sin agua, pero dos o tres personas parecen más sedientas que yo. Debe ser porque según me dijeron, llevaban casi dos horas formados y no habían avanzado nada significativo.

Todos quejándose de que no podrán lavar, el tipo de la lavandería iracundo porque su negocio estará cerrado un tiempo indeterminado, varios niños felices porque no se han bañado en dos días, y los conductores de las pipas, armados con lo que yo imagino es experiencia, se muestran impasibles al estacionar el vehículo y abrir la llave del contenedor, mientras las personas son las que batallan por dividirla. 

Las personas que antes me saludaban alegremente ahora tienen una mirada llena de ira y desesperación. No crucé palabra con ellos, pero pude ver en sus ojos que estaban mordiéndose un huevo para no apuñalar a las personas que sin miramientos secuestraban las mangueras, o a los que traían más botes de no sé dónde.
Conatos de bronca se vislumbraban por todos lados. Casi esperaba que alguien sacara un arma de fuego y disparara a los que se le acercaran y luego saliera en las noticias que la guerra contra el narco había causado una balacera en una pacífica reunión de personas que iban civilizadamente a conseguir agua.

Muchas veces he leído que la tercera guerra mundial se dará no por conseguir petróleo ni oro, sino por agua. Y al ver a esas personas que antes eran apacibles y felices pelearse sin control ni tregua, no tengo razón para dudarlo.

Tal vez sonará a cliché, pero cabrones, cuiden el agua. Afortunadamente aquí mandaron pipas y no hay pedo, pero ¿Qué pasará cuando deje de haber agua? Ahí sí, nos cargó la verga.

martes, agosto 16, 2011

Centésimo cuadragésimo séptimo - A solicitud -

El Cinvestav te invita a su Jornada de Posgrados 2011 que se llevará a cabo los días 25 y 26 de agosto de 10:00 a 17:00 hrs en Cinvestav Zacatenco (México D.F.) con dirección Avenida Instituto Politécnico Nacional 2508, Colonia San Pedro Zacatenco. Entérate de la oferta académica conformada por 28 Maestrías en Ciencias y 28 Doctorados en Ciencias en la red nacional del Cinvestav, con reconocimiento en el Programa Nacional de Posgrados (PNP) del Conacyt. Se contará con la presencia de ANUIES y Conacyt, organismos dedicados al desarrollo académico mediante becas. El CINVESTAV (Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional) es un centro de investigación y posgrado líder en México y el mundo. Los objetivos fundamentales que el Cinvestav persigue son: preparar investigadores y profesores especializados que promuevan la constante superación de la enseñanza y generar las condiciones para la realización de investigaciones originales en diversas áreas científicas y tecnológicas que permitan elevar los niveles de vida e impulsar el desarrollo del país.

Si están interesados en una maestría en ciencias, becas y demás. Vayan o den click aquí.

domingo, julio 17, 2011

Centésimo cuadragésimo sexto - Impresora -

Querido y teórico lector, como sabes soy un estudiante de maestría. Y como estudiante de maestría de tiempo completo, la beca de CONACyT ayuda mucho. No te dan una cantidad particularmente elevada, pero te permite darte algunos lujitos: ir al cine de vez en cuando, comprar un libro de Benedetti, ir a cenar a Chili's una vez al mes, y cosas así. Sin embargo, tampoco es particularmente generosa. Es entonces cuando duele ver que necesitas un libro de USD $200.00. O comprar ¡Un paper! por USD $40.00. Y luego resulta que necesitas otro libro muy parecido al que ya compraste, pero diferente. Y ahí van otros USD $150.00. Después de repetir consistentemente la necesidad de adquirir libros y papers que no encuentras en la biblioteca es cuando decides que -como dice el comercial - te vale y recurres a la piratería. No voy a discutir en este post el hecho de que las editoriales ganan una cantidad obscenísima de dinero, mientras que el autor sólo ve un atisbo de eso. La piratería está mal y en la medida de lo posible trato de evitarla, pero cuando te venden un libro a USD $30.00 por capítulo, los mandas a chingar a su madre y lo buscas como e-book.

El problema de tener un libro como E-book es que a menos que tengas un Kindle (o su equivalente) leerlo es una patada en la entrepierna. Sí, puedes usarlo como referencia rápida, pero para estudiar concienzudamente, para leer en el camión o para nivelar la cama, te sirve para pura chingada. Es ahí cuando dices: ¡No pinches mames, necesito imprimir esta madre! Y aunque puedes usar la impresora de laboratorio, tarde o temprano alguien notará que hay como 1500 páginas menos de toner. Como a muchos del laboratorio nos pasa lo mismo, decidimos comprar una impresora entre todos. Una impresora de esas baratas, con sistema de tinta continua y un litro de tinta negra, además de 2 cajas de hojas. Todo con la intención de imprimir todos esos libros que se nos niegan valiéndoles poco menos que una madre nuestra necesidad de conocimiento.

Por tal razón, querido y teórico lector, hoy tengo la oportunidad de presentarte:


¡La puta impresora!
Los cartuchos no son originales... dé click aquí para corregir ese problema


El día primero de mes, que es el único que tenemos dinero, nos lanzamos al único lugar que conocíamos en el que venden impresoras con sistema de tinta continua: La plaza de la computación. Como buenos pueblerinos que somos la mayoría de los que fuimos, aceptamos un aventón de un compañero que se dirigía para ese rumbo. ¡A la verga! Hicimos como hora y media gracias al tráfico. ¿Cómo perras haces hora y media en un tramo como de 20 Kilómetros? Muchas gracias Ciudad de la Esperanza.

Ya por allá, estuvimos viendo varios precios en distintas impresoras. La mayoría tenía escáner, cosa que a nosotros no nos importaba, porque hay uno de excelente calidad en el laboratorio. Sólo queríamos una impresora que aguante chingazos. ¡8 horas de estar imprimiendo sin que haya pedos! Así se lo hicimos saber a todos los vendedores, y curiosamente todos nos ofrecían la solución adecuada a nuestro problema.

- No te vas a acabar esta impresora - Decía uno, - Chingo de impresiones, amigo - juraba el otro, como si "chingo" me dijera un buen. - Cómprame o Róbame, pero llévate una - Decía uno más gracioso. Finalmente nos encontrábamos en la disyuntiva de si comprar una Epson o una Canon. Ambos por el mismo precio, el sistema de tinta continua incluído y con garantía de 3 meses sobre el sistema y un año sobre la impresora. Ninguno de nosotros sabe un carajo sobre impresoras, más allá de que tienen un hamster mágico que tira tinta según le digas, así que al no poder elegir por calidad lo dejamos a la suerte: un volado.
¡Y que compramos la Epson!

Llegamos al laboratorio y todo era felicidad: un libro de unas 950 páginas ya estaba siendo impreso (con tres copias, por cierto), putísima y se casó de blanco, ni los mineros trabajan tanto como lo hizo esa impresora. Y un buen día, como una semana después de que la compramos, se negó a imprimir. Aparecía un mensaje de "Error General, Retire todos los obstáculos, resetée la impresora, baile bajo la sangre de una gallina negra, y espere a que al menos 4 de los nueve planetas se alineen para corregir el error". Lo único que sacamos de esa información fue darnos cuenta de que la impresora había sido manufacturada antes de que quitaran a Plutón la categoría de planeta, porque por lo demás, nos sirvió para pura chingada.

Tan encabronados como lo puede estar cualquiera que pagó la tercera parte de una impresora defectuosa, nos lanzamos a hacer válida la garantía al lugar donde la compramos.
- Su chingadera no jala.
- ¿Cómo crees?
- Pues así. No jala.

Después de repetir a conciencia todo lo que decía el manual que hicieras (básicamente, tirar tinta como pulpo orgasmeando) el encargado decidió que la neta el problema superaba sus capacidades de ingeniero en sistemas y la mandó a soporte técnico.

- Regresen en una hora. - Nos dijo con una hueva que haría vomitar de envidia a un koala.

Mientras el servicio técnico se encargaba de revisar, arreglar y regresar nuestra impresora nos fuimos a comprar unos tacos que se nos prometieron épicos: Lo único épico en ellos era el nivel de cólera que podían contagiarte, porque la verdad muy buenos no estaban.
Con dos tacos y un agua de fresa más en el estómago regresamos como 70 minutos después.

- Que va a estar hasta mañana, dice el técnico. - Mmm'ta madre... la puta que lo parió. Me hizo perder una hora de mi vida que nunca regresará.

Pero bueno, luego de batallar para subir al trolebús (porque al parecer, los ancianos creen que las filas de abordaje sólo son para jóvenes rebosantes de energía) y como un chingo de tiempo después, llegamos al CINVESTAV.

Al día siguiente, bien chingones nosotros, hablamos por teléfono y nos informan que ya está la impresora. Valiéndonos queso otra vez el tráfico, llegamos a la tienda y nos muestran que la impresora ya funciona. Felices como duendes llegamos a la escuela y ponemos a imprimir lo que falta del libro. Ni una hoja imprimió cuando volvió a marcar el error. ¡No me toques los cojones!

Vamos al día siguiente y como solía decir el Autor - con una mano en la cintura y un dedo en el culo - exigimos que nuevamente la repararan.

- ¡Pero cómo si ayer funcionaba bien!
- Sí, pero bueno... ya no.
- ¿Pues qué le hacen?
- La ponemos a imprimir. Nada más. Si se hubiera descompuesto por hacerme un sandwich no estaría aquí.

El chiste es que nos dijeron que fuéramos al día siguiente. Ya más hábiles en este pedo de exigir nuestros derechos como compradores, hablamos por teléfono y preguntamos por el status de la impresora.

- Es que no ha llegado el técnico. Mejor habla mañana.

Al día siguiente, se nos dio la misma excusa, pero ahora el técnico sí había ido, sólo que tuvo que salir temprano. Otro día más y nuevamente, el técnico no estaba porque tenía su examen rectal semanal.

Ya estábamos hasta la madre. Digo, habíamos comprado una impresora para imprimir, no para librarnos de dinero que no queríamos. Varios compañeros nos decían que ya fuéramos, que demandáramos nuestro dinero con energía e ímpetu, que les dijéramos que "a huevo nos la dan jalando, o me das una nueva" y no sé qué otros consejos más nos daban. Querido y teórico lector, quiero que te imagines a tres estudiantes de la escuela para nerds más grande del país, levantando la voz con energía y casi con fuego en los ojos exigiendo el reembolso de nuestro dinero. Bueno, pues por más aterrador que pudiera o no haber sido, no funcionó de ni madres. Nos dijeron que mejor hasta dentro de una semana, que porque iban a llevarla al centro de servicio Epson.

Ya hasta pensando en comprar otra impresora, el día indicado hablamos más por patearles las bolas a los que nos vendieron la impresora que por interés. Sin embargo, nos dijeron que ya podíamos pasar por la impresora. Llegamos a la plaza y vimos con gusto que ahora nos estaban dando una impresora nueva, porque al parecer no pudieron reparar la anterior (o al menos la impresora parecía nueva, que no es lo mismo). Llegamos a la escuela y hasta ahora esa impresora ha chambeado bastante. Lleva más de 6000 impresiones y no se ha rajado ni una sóla vez.

Contra todo lo que yo creía, no todos los que trabajan en la plaza de la computación son tranzas. O tal vez fue que les pateamos demasiado las bolas. O tal vez sí funcionó lo del fuego en los ojos y levantar la voz y parecer rudos. Además, alguno de ellos nos escuchó decir "el doctor se va a cagar". Tal vez pensó que "El doctor" era el apodo de algún narco y por eso se arregló todo.

¡A huevo!

martes, junio 28, 2011

Centésimo cuadragésimo quinto - Como niño de kinder -

Saludos, querido y teórico lector. Hace un par de días estaba bien a toda madre, ya casi terminando todos mis experimentos y preparándome para comenzar la redacción de mi memoria de tesis, cuando de repente una serie de circunstancias me hicieron sentir de la verga. Poned atención para que puedas burlarte a placer:

Una de las cosas sobre las que mucho se ha escrito acerca de hacer un doctorado, es que a diferencia de un trabajo normal en el que compites contra una cierta cantidad de personas en tu empresa, aquí las personas con las que compites son las más brillantes en tu campo. Putísima y se casó de blanco, se podría dar el caso de que compites contra las mentes más brillantes del mundo. Al ser un doctor se te reconoce como un experto en tu tema, y como tal debes de realizar investigación de alto nivel para el avance de la ciencia y la tecnología. Y bueno, seamos sinceros: una persona genérica vs el más brillante en el área no es una pelea particularmente justa. En general, compites contra el tipo que escribió los libros en los que aprendiste todo lo que sabes de tu campo.
Como estudiante de maestría y próximo estudiante de doctorado nunca me había dado cuenta de la importancia de esa gran diferencia. Hasta hace poco.

Hace poco menos de una semana, un Doctor vino a dar una pequeña plática aquí a la escuela para nerds más grande del país. Esto no es particularmente importante, de no ser porque el Doctor que vino no es cualquier Doctor. Es "EL DOCTOR". Este simpático personaje ha sido el jefe de departamento de "Microrobotica and Micromecatrónica" en una universidad alemana bien cabrona, tiene más de 50 patentes, es además "jefe del departamento de Nanomanipulación Automática en otra universidad alemana más cabrona", es autor de tres libros de " tecnología de microsistemas, microrobótica y automatización de nano-manipulación". Ha publicado más de 60 artículos de revista (internacional, no de "Ciencia y Desarrollo - revista que por cierto, está muy chida - y ha asistido como conferencista a más de 180 congresos). Es en pocas palabras "UN CABRÓN".

Su plática fue básicamente de nano-manipulación automatizada para fabricación de nano-herramientas. Habla de como usa SEM para su trabajo, ya que los microscopios convencionales le quedan cortos; habla de precisión en nanómetros y de presupuestos de casi 3 millones de Euros sólo para investigación.
Luego de su conferencia, todos salimos hablando de lo interesante que es algo así, y básicamente mamándosela al doctor.

Minutos después, un par de Doctores de aquí de la escuela aparecen en mi laboratorio junto al doctor - que a partir de este momento llamaré Doctor Chingón - . Le estaban dando un tour al Doctor Chingón para que conociera qué es lo que se hace aquí.

Querido y teórico lector, quiero que imagines la siguiente escena:

Llega el Doctor Chingón, minutos después de hablar de su proyecto de millones de Euros, de presumir que tiene un microscopio que puede ver un grano en el trasero de la amiba más diminuta y de hacernos sentir como estiércol a conocer las instalaciones del laboratorio donde yo trabajo con los siguientes robots móviles:



Robot García (tengo dos de estos)



Robot YSR-A (tengo tres de estos)

Sistema en lazo cerrado


Entonces le muestro algunos de mis experimentos, haciendo formación y marcha de mis robots, haciendo que los robots "bailen" como le dicen coloquialmente. Haciendo círculos, lemniscatas, trailer, manteniendo distancias y demás, todo bien chingón.

Como nota, quiero hacer notar que mi trabajo no es precisamente el "mover los robots", sino encontrar las condiciones matemáticas para garantizar el comportamiento asintótico de agentes móviles a posiciones deseadas, pero bueno, hay que probarlo en una plataforma experimental y eso es lo que uso. Los robots García cuestan como USD $5000.00 c/u y los robots YSR-A cuestan como $45000.00 el paquete con tres. ¿Cómo cuánto es eso en Euros?

El Doctor Chingón llegó, vio todo el pedo de mis robots móviles, me hizo unas preguntas del control, del sistema de visión, y luego hizo el comentario generalizado: "Parece que bailan" (luego subo un video para que vean a qué se refiere la gente cuando dice que bailan). Luego me dijo que estaba muy chido, que era muy interesante y la verga de ocho patas.

Yo sé, querido y teórico lector que esa es la respuesta políticamente aceptada, pero no mamar, casi lo sentí condescendiente. YO LE PRESUMÍ UNOS ROBOTITOS BAILANDO POR AHÍ A UN DOCTOR QUE HACE NANO-HERRAMIENTAS. Eso me hizo sentir como si yo fuera un niño de cinco años que acaba de realizar su primer dibujo sin salirse de la raya y se lo presume a su papá y él le dice "Qué padre te quedó hijo, eres muy talentoso"; pero por dentro sabe que está de la verga y que no mames ¡Qué feo e inutil es!

Ya dejo este texto aquí porque hay que chambear fuertemente para que se me quite el olor a perdedor.

viernes, junio 03, 2011

Centésimo cuadragésimo cuarto - Festejo -

Saludos querido y teórico lector. Hacía un buen que no me paraba por este blog, olvidado por la deidades, pero ya sabes que lo único interesante que me pasa es cuando puedo demostrar la estabilidad de mi sistema.

Hoy vengo a hablar de algo muy interesante (bueno, realmente no es interesante; pero comparado con lo que sucede en el día a día sí). Hace un par de semanas, me enteré de que un compañero de la maestría celebrará sus nupcias próximamente. Dijo que ha gastado una cantidad de dinero considerable en los preparativos: fiesta, vestido, y no sé cuántas madres más mencionó, perdí el interés después del segundo elemento.
Sin embargo, con chabacana alegría me hace saber que "será una fiestota", con ese peculiar acento que tienen los chilangos cuando se emocionan.

Sinceramente le digo que me da mucho gusto que se vaya a casar, que realmente se ve que quiere a su novia y que ella lo quiere (en realidad esto último no lo sé, porque no conozco a la susodicha). Pero también le expreso mi desconcierto por hacer una "fiestotototota". Él me dice que no entiendo porque soy bien mamón - y tiene razón - y que la idea es festejar su felicidad o alguna mamada así mencionó. Luego dijo que cuando yo me casara también haría una fiesta así y que me recordaría esa conversación y la puta madre de la conversación también.

Tal vez sea porque en efecto soy bien mamón, y porque como leí en twitter hace un par de días: tengo tanta flojera acumulada que podría ponerla en bolsitas y venderla, pero la idea de una fiesta de boda me da una hueva colosal. No creo que tú, querido y teórico lector, puedas entender la flojera que me causa una fiesta de boda.
Toda la parafernalia que debes hacer, siempre atento a cada maldito detalle para finalizar embriagándote tanto que no puedas "cumplir" en la noche que causa todo ese alboroto.

Realmente me causa una fiaca épica. En general, cuando muchas personas se reúnen, por alguna razón el IQ de cada asistente baja. Sólo por el hecho de reunirse. Ahora imagina que incluyes alcohol en la ecuación.

Todo el ritual de "el baile de los novios", en donde por alguna razón las personas le clavan billetes con alfileres, el pastel, la línea de conga que no es para bailar sino para ver quién se cae primero por la inercia, el arrojar al novio usando una sábana, entre muchas otras cosas no me motiva en nada.

Comento todo esto de forma casi hastiada y el chavo me dice que no importa, que hay que festejar, que los invitados quieren ser parte de tu felicidad y la verga de ocho patas. Yo me pongo a pensar y me doy cuenta de que las personas a las que invitaría a una celebración así serían las personas más allegadas a mí. Esa clase de personas que sabrían que las fiestas y bailes y brindis y demás madres me causan flojera. No las que aprovecharían cualquier ocasión para embrutecerse con alcohol.

Este post no tiene nada de emocionante, divertido, épico o siquiera que valga la pena leer, pero hacía mucho que no posteaba nada y ya se me hacía feo. Antes de escribir este post me puse a leer algunos de los que escribí hace muchos muchos años... y me doy cuenta de que la escuela me va quitando el placer por escribir, me quita tiempo y hasta ¡Jebús no lo quiera! habilidad.

jueves, abril 14, 2011

Centésimo cuadragésimo tercero - Calcetines -

Querido y teórico lector no sé si puedes tú enumerar las cosas que más te parecen una bendición cuando vives sólo (o bueno, cuando aunque vivas con alguien más ya no dependes de nadie), pero puedo asegurarte que lo primero que te viene a la mente es la bendición de "libertad e independencia" que tienes. Luego, la bendición de la TV por cable, el Internet de alta velocidad y sobre todo la bendición de no responder a nadie sobre a quién llevas a tu casa y para qué (guiño, guiño).

Sin embargo, querido y teórico lector, puedo asegurarte con toda la experiencia de la que soy capaz, que la bendición más grande que puedes tener cuando vives por tu cuenta (ya sea compartiendo departamento - como yo - o viviendo sólo) es ROPA LIMPIA.

La ropa limpia es una de esas constantes imprescindibles en tu vida y, que sin embargo, no aprecias hasta que estás a finales de mes, sin dinero, sin lavadora y sin ropa interior limpia. Digo, cualquiera puede lavar su ropa interior a mano, no causa mucho problema, pero cuando la ropa interior también se convierte en playeras, pantalones, camisas, entre otras prendas más, ya cambia la cosa. Y más si eres de talla grande como tu servidor.

Así que querido y teórico lector después de la misma tortura todas las semanas decides que es mejor ahorrar y llevar todo a la lavandería. Durante varios meses todo funciona de manera satisfactoria: llevas tu ropa (sí, incluída la interior), te dan tu notita y dos días después llegas y pagas con una sonrisa, puesto que sabes que cuando llegues a tu departamento y abras la bolsa de plástico chafa que usan, sentirás el aroma fresco y suavecito de la bendición más grande: la ropa limpia. Inclusive hasta de pronto dejas una propinita de $5.00 ahí no'más para que la encargada le de un toquecito extra de suavizante a tus pantalones.

Todo funciona excelente. Hasta el día fatídico. El día en el que llegas a la lavandería, te dan tu ropa, llegas a tu casa y te das cuenta de que ¡Todos tus calcetines están desaparecidos! Ni un maldito calcetín regresó contigo a tu departamento. Bajas desde tu quinto piso tan rápidamente que parece que tienes un palo atravesado en el culo y mientras más te tardes más te entra. Todo mamado (o sea cansado, no fornido) llegas a la lavandería para darte cuenta de que ya cerró. ¡Putísima y se casó de blanco!

Al otro día, usando el último par de calcetines limpios que tienes (y que por cierto, no llevaste a la lavandería porque tienen un hoyo) vas y preguntas a la señora ¿Qué pedo con mis calcetines? Ella extrañada dice que ¡no puede ser! ¡No lo puedo creer! Y tres minutos más de frases de incredulidad mezcladas con ¡María Santísima! y ¡Dios Mío! Al final te dice que es posible que tus calcetines se hayan mezclado con la ropa de alguien más mientras la doblaba y que preguntará a las personas que fueron el mismo día a recoger ropa a ver si no se les fueron de casualidad un chingo de calcetines.

Eso pasó hace dos semanas. Hoy todavía no recupero mis calcetines. Tuve que comprar unos de esos calcetines chafas de $20.00 (que por cierto, ya tienen hoyos) y lavarlos más o menos seguido... lo peor es que ahora cada que vaya a la lavandería iré con la desconfianza... esta vez fueron calcetines, la próxima podría ser mi playera de los 49's o peor aun: Mis calzoncillos del Demonio de Tazmania.

Seguiré informando.

sábado, marzo 12, 2011

Centésimo cuadragésimo segundo - Reunión -

Y ahí estaba yo, frío, calculador: observando el mapa que está a la salida del metro. Memoricé cómo moverme y confiando que estuviera a escala, más o menos calculé el tiempo que me tomaría llegar a mi destino. Salgo de la estación del metro y putísima y se casó de blanco: Una pinche construcción gigantesca de no sé qué madres me impedía el paso por la trayectoria que memoricé. Desconcertado, abrumado por la idea de que en cualquier momento uno de esos albañiles que trabajaban en la construcción podría arrojarme un martillo para knockearme y posteriormente despertar con un colosal dolor en el culo decidí improvisar.
Minutos después, perdido como moneda que se cayó detrás del refrigerador, mensajeo a mi anfitrión para avisar que me tomará un poco más de tiempo del planeado el llegar a la reunión.

Finalmente, como buen macho mexicano (o sea, sin pedir instrucciones) llegué al lugar acordado. En ese momento pensé que si hubiera seguido el mapa que me habían proporcionado hubiera llegado antes, pero mi disfunción para tomar el metrobús me hizo decantar por el metro.

Al llegar a la casa (muy bonita, por cierto) después de los saludos necesarios, veo con curiosidad una generosa cantidad de calzado puesto con cuidadoso orden en una pequeña repisa metálica. Al preguntar se confirman mis sospechas: Debo descalzarme. En un momento así, lo primero que pienso es: ¡NO MAMAR! ¡Qué buen pedo que me traje mis calcetines buenos! (Por buenos me refiero a los que menos agujeros tienen). Lo segundo que piensas es: ¡Qué chingón que no se me olvidó ponerme talco en los tenis!

Ya en la sala, después de las presentaciones de rigor (porque literalmente NADIE me conocía) estuvimos platicando de toda clase de cosas. En serio, en la reunión se platicó de todo: Linux vs Windows vs Mac, Maestrías, Dolce & Gabbana vs Aldo Conti (o bueno, esas fueron las pocas palabras que entendí), TotalPlay vs Telmex vs Cablevisión. Mientras más invitados llegaron más variadas eran las conversaciones. En un momento ya había una conversación en la que jugaban con el doble sentido de "sostener las bolitas" al pedir las quesabritas. Otros hablaban de las razones del porque existe la pornografía, otros de lo que sucedió en Japón y claro cómo no, del nuevo hashtag de #poetuiteocomodulcemaria.

No'mbre querido y teórico lector; me hubieras visto en la reunión: platicando con todos como si hubiéramos sido conocidos de años, haciendo comentarios graciosos que impedían algún silencio incómodo, participando en las conversaciones con un acertado comentario, que no sólo era informativo sino jocoso también. O bueno, así fue como deseé que hubiera sido mientras iba en el taxi de regreso a mi casa.

Pero bueno, aunque no participé activamente en alguna de las conversaciones (o mejor dicho, ninguna) me la pasé excelente. La verdad tenía la idea de que todos iban a ser unos fresas que se sentían mucho porque tienen - como diría Plaqueta - milochimil seguidores tanto en sus blogs como en su cuenta de twitter. Pero no, al contrario: todos son extremadamente amables, bien buen pedo, divertidos y la mayoría de ellos tiene un lado geek que de repente les aflora.
Enlace
Al final, todos nos despedimos y ya que se nos negaron unos tacos que tanto se nos antojaron, unos se fueron a la casa de rufian y yo me fui a mi depa a ver Ocean's Thirteen porque bueno... era lo mejor que había a esa hora en la TV (en serio, ni las películas eróticas del Golden estaban).

Lo que me gustó:

- Todos son bien buen pedo. NO mamar, necesito amigos así.
- La casa del anfitrión: más o menos así me imagino mi casa en un futuro (suponiendo que Mayuya así lo quiera, el mundo Enlaceno termine en el 2012). Con todo y líneas como código de barra en la pared.
- Que se pueda tener una reunión en la que se hable de tecnología, de moda, de pornografía, de albures, de japón y hasta de Charlie Sheen y que no sea aburrida.
- De_efe_Salerosa es a falta de una mejor palabra: Un AMOR.
- Valsolar, Guapologa y Aniuxa están bien sabrosas.
- Conocer y finalmente ponerle rostro a todas esas personas que leo con regularidad.
- Conocer a personas que definitivamente leeré con regularidad.

Lo que no me gustó:
- Que en google maps no muestren la pinche construcción que hizo que me perdiera.


P.S. ¡Feliz cumpleaños, Ángel!
P.S.2. ¡Muchas gracias por la invitación!

lunes, febrero 21, 2011

Centésimo cuadragésimo primero - Leyes -

Saludos, querido y teórico lector. En este momento estoy aprovechando recursos federales para postear esto, que por mi parte será corto pero bien sincero.

Como muchos de ustedes deben saber, en España se aprobó una pinche ley llamada (mal llamada, por cierto) Ley Sinde. Esta ley es una patada en las bolas a todos los que alguna vez han descargado o piensan descargar algo de Internet. No me voy a poner a explicar qué dice la mentada ley, para eso te puse el link.

Esto, como bien puedes pensar, sólo afecta a España. Y aunque teóricamente es así, lo que importa más es que sienta un precendente. Justo en estos momentos en México y otros países se lleva a cabo una asamblea para determinar si se aprobará la propuesta de ley ACTA. Yo no soy una persona política, primeramente porque la política me vale madre, pero sobre todo porque me vale un carajo. Sin embargo, cuando me quieren quitar el derecho del acceso a Internet por alguna mamada, se encienden mis bragas como si hubiera comido chipotle.

Entonces bien, lo que ahora vengo a postear, es un pequeño ensayo que escribió Cristina Macía
y que encontré en el blog de Pornografía Emocional (vía un comment de Rox, en el blog de El Ornitorrinco en Línea). Ella habla de forma mordaz, pero con sinceridad de cómo se encuentran las cosas y como deberían ser; pero lo hace de una forma divertida, interesante y sobre todo, real. Sin más que agregar, te dejo con el texto:

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Me llamo Cristina Macía, tengo 45 años, me manejo con bastante soltura en temas informáticos y soy consumidora habitual de productos culturales como libros, series de televisión y películas de cine. Un poco de música también; no mucha, no es lo mío. Tengo unos ingresos razonables que me dan para lujos pequeñitos, y casi la mitad de ellos proceden de los pagos por derechos de autor de mis libros y traducciones. Soy atea, así que no creo en pecados ni en su castigo, y voto al PSOE principalmente porque recuerdo muy bien los ocho años de PP.

Ahora, sabiendo lo que sabes de mí, igual puedes responder a esto: ¿Qué crees que prefiere una persona de mis características en cada una de las siguientes situaciones, suponiendo que en todos los casos las tres opciones fueran alternativas existentes?

1) A la hora de ver una película de hace treinta años, prefiero...

a.- Ir a Rapidshare, bajarme los dieciseis pedacitos esperando diez minutos entre cada descarga, juntarlos con un programa sólo para descubrir que el pedacito 11 falta y el 12 está repetido, volver a bajarlo esta vez de Megaupload, juntar los pedacitos con un programa que he tenido que bajar ad hoc, encontrarme con que la versión de la película que he bajado está en turco con los subtítulos en chino, empezar a descargar dieciséis pedacitos diferentes (sin saber si son diferentes de verdad o estoy bajando los turcos otra vez), descargar aparte los subtítulos traducidos al castellano, sincronizarlos con Subtitles Workshop... Unas cuantas horas de trabajo, vamos, sin resultados garantizados.

b.- Adquirir la película en uno de los abundantes catálogos que las distribuidoras ponen a disposición de los consumidores de cine. Ah, no, espera. Las pelis antiguas rara vez se encuentran ahí. Bueno, pues escribir un mail a la distribuidora. Esperar tres días su respuesta. Me responden que no está a la venta. Mandarles otro mail para saber si planean ponerla a la venta. Esperar otra vez. Esta vez no responden. Quedarme con la duda y con las ganas.

c.- Comprar la película online a un precio razonable (¿seis euros estaría bien? Hablamos de una peli antigua y de un producto no físico, sin gastos de soporte para el vendedor) y descargarla a mi ordenador, con buena definición y con subtítulos correctos. Con mi conexión, cuatro minutos.


2) ¡Acaba de salir Danza de dragones, el libro más esperado desde... bueno, desde hace una burrada de tiempo! Como me muero por leerlo, lo que hago es...

a.- Esperar a que algún friki yanqui escanée el libro para bajarme un PDF horroroso pasado por un OCR que convierte las ies en jotas, perdiendo todo el formato y saltándose alguna que otra página, porque total tengo nueve años, la calidad me importa un bledo y voy a disfrutar igual.

b.- Desenfundar la Visa e ir a Amazon para bajarme el libro en formato digital pagando un dólar menos de lo que pagaría por la edición en papel en tapa dura. Luego convertir el puñetero formato Kindle en otro legible por mi ebook, probablemente trastocando el formato y perdiendo las cursivas, que se han convertido de repente en negritas.

c.- Descargarme el libro a un precio razonable (pongamos que en papel costaba treinta euros; ¿quince sería razonable?) y en un formato que me permita leerlo en mi ebook o en cualquiera, por si dentro de un año me compro otro; meterle notas, hacer copias de seguridad y prestárselo a un amiguete si me da la gana, que para algo es mi libro y lo he pagado.


3) Quiero un juego nuevo para la WII. Este Mario es un crack, ¡quién lo pillara de fontanero!

a.- Me voy a la tienda y pago casi cincuenta euros por él. Luego llego a casa y lo pongo en una urna, prohibiendo a mi hija que lo toque bajo pena de amputación (de la mano), porque no se puede hacer copia de seguridad, y como el puñetero disco se lesione (cosa que pasa a menudo si mi hija está de por medio) toca pagar otros cincuenta euros.

b.- Llevo la WII a una tienda cutrepiratosa y me la “tunean” por cuarenta euros, aunque así voy a perder la garantía del fabricante y ya no podré utilizarla para conectarme con otras consolas. Ahora ya puedo bajarme los juegos de Internet y grabarlos en DVDs normales, aunque por alguna extraña razón ocho de cada diez veces los discos fallan, a no ser que utilice unos de marca Notefijes de doble capa y media que sólo se venden en una tienda de chinos a media hora en autobús de mi casa. Además, los juegos que me bajo están en italiano, vayausteasaberporqué.

c.- Tengo la nueva WII modelo “MisUsuariosNoSonDelincuentes”. Me conecto directamente a Nintendo a través de la propia consola y utilizo los juegos antiguos por cuatro perras, y los nuevos a mitad del precio de lo que me habrían costado en El Corto Inglés (a Nintendo ya le va bien, porque se ahorra distribución, intermediarios, soportes...). No hay riesgo de que el juego se estropee, porque en realidad no lo tengo almacenado en mi WII, sino en el servidor remoto de Nintendo.


4) ¡Empieza la tercera temporada de Misfits!

a.- Busco el torrent. Rayos, las series británicas siempre son más difíciles. Lo encuentro al final. Bajo el episodio. Rayos, no tiene sonido. Bajo otro torrent, este es el PROPER. Rayos, le faltan cinco minutos del final y la logoforma de la cadena ocupa media pantalla. Bajo otro torrent, el REAL PROPER. Menos mal, este va bien. Bajo los subtítulos. Rayos, están sincronizados para la versión PROPER, no la REAL PROPER. Nada que no se resuelva con media hora de trabajo de sincronización.

b.- Llamo al servicio de atención al cliente de todas las emisoras, a ver si alguna tiene planeado emitirla. En la Primera no saben de qué hablo, igual que en las otras nacionales. En Intereconomía sí lo saben y se descojonan de mí. En MTV me dicen que van a emitir la primera temporada, así que depende de cómo les vaya igual emiten la tercera (probablemente antes que la segunda, o intercalando episodios), que les llame el año que viene a ver.

c.- Me he suscrito directamente a la serie, pagando a la emisora 2’50 euros por episodio. Esta temporada tendrá siete episodios, así que me costará poco menos de lo que me habría costado comprar el pack cuando saliera a la venta. Podría haber pagado sólo el primer episodo por aquello de “probar antes de comprar”, pero Misfits está garantizada. Los subtítulos son opcionales y se pagan aparte, cincuenta céntimos más por episodio. Tras la emisión de cada uno en Inglaterra, la cadena me manda un link y procedo a descargármelo. Tardo un minuto, dos si la red va muy saturada.


5) Nueva peli de Clint Eastwood, y soy de las que creen que Eastwood sólo tiene que salir en pantalla para que la peli gane muchos puntos.

a.- La bajo de la Mula. Mierda, era una porno con el título cambiado. Me la vuelvo a bajar. Mierda, hay poca gente compartiendo, esto no tira. Empiezo de nuevo. Hala, otra porno. Al final tengo el ordenador lleno de virus, tres pelis porno y la que buscaba, sólo que está grabada en un cine con un teléfono móvil con cámara. El que sostenía la cámara padece parkinson, obviamente.

b.- Espero a que la pongan en el cine, y como los doblajes hacen que me imagine a Eastwood con la cara de Constantino Romero, busco uno en versión original. Encuentro el más cercano a la ciudad donde vivo: Esta a unos quinientos kilómetros. Precio de la entrada: 8 euros. Precio del avión: 200 euros. Precio de la noche de hotel: 75 euros (soy de gustos sencillos, pero no arrastrados). Suma lo que me cobre la canguro por vigilar a mi retoño esa noche. Ver a Clint Eastwood no tiene precio, pero esto se le parece mucho.

c.- Voy a la web de la productora, donde ofrecen la peli en alta definición, debidamente subtitulada y en streaming por seis euros. Conecto el ordenata a la tele, apago las luces, me sirvo una cervecita... Qué pena haber dejado de fumar, hasta eso podría encender un cigarrito si quisiera.


Moraleja(s):

No todos los consumidores de cine, música, televisión, libros, etc., somos delincuentes. Muchos de nosotros no tenemos doce años, así que tenemos tarjeta de crédito y no nos importaría nada pagar un precio razonable por aquello que queremos. Pero vosotros seguid construyendo un mundo en el que lo natural sea piratear el producto y ni siquiera plantearse la opción de pagarlo (más que nada porque no existe, o existe en unas condiciones infames).

Cada persona que se baja tu libro/película/disco NO es un cliente que has perdido. Puede que sea un cliente que nunca ibas a tener. Puede que sea un cliente entusiasta para tu próximo libro/película/disco. Neil Gaiman sabe algo de esto (http://www.youtube.com/watch?v=VlwPETn3PxM)

Cuando me compro tu DVD original, antes de que empiece la peli me llamas pirata y criminal durante cinco minutos, y cuando lo descargo por el morro nadie me insulta a la cara. Pregunta tonta, ¿qué clase de imbécil masoquista crees que soy?

(Perdón por los dedazos y las incoherencias que pueda haber; texto escrito a vuelapluma, con mucho cabreo y mala leche, y muchas ganas de que Álex de la Iglesia hubiera sido mucho menos cortés durante la gala de los Goya; un buen corte de mangas a la Sinde, eso es lo que tenía que haber hecho).
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Querido y teórico lector, te invito ahora a leer (si no lo has hecho ya) el post que hizo Ángel "El ornitorrinco" sobre la iniciativa ACTA.

Ahora bien,

jueves, enero 27, 2011

Centésimo cuadragésimo - Cambio de depa -

Saludos, querido y teórico lector. Ya sabes que nada más me paseo por aquí cada que los astros forman un pentagrama, pero dejando a un lado la mamada de "No tengo tiempo" (que es moderadamente cierto), no tengo nada relativamente importante que comentar... hasta hoy.

Como sabrás, querido y teórico lector, me encuentro estudiando una maestría de tiempo completo. Y por tal motivo, no tengo mucho dinero. Y al parecer, todas las cosas que valen la pena o están bien pinches caras, o están bien pinches lejos; (en ocasiones están lejos y caras, y aún más seguido, las cosas que valen la pena, están bien "pinches" a secas). Entonces no tengo nada que comentar que tenga más importancia que el crecimiento anormalmente rápido de las uñas de mis masculinas (pero delicadas) manos.

Ahora, bien a lo que vine. Debido a circunstancias que a pocos importan y a muchos menos interesan, pero que tienen que ver con que la dueña del departamento necesita más tampones, va a subir la renta. Y no la va a subir según lo que subió el salario mínimo, sino la va a subir entre un putero y un chingo más. Y por tal motivo, me voy a cambiar de departamento.
Sí, ya sé, todos se preguntarán qué pasará con mi deseable posición de tener posibilidades de un ménage à trois.
Pues eso seguirá más o menos igual. Debido nuevamente a situaciones que a muchos les vale madre, ahora viviré con dos chavas en un departamento más pequeño. Hasta cierto punto me gusta el cambio: un departamento más pequeño significa menos área que limpiar.

Lo interesante de esto, es que ahora viviré (además de con una chava 100% mexicana), con una chava iraní (sí, de Irán) que no habla español. ¿Puedes tú querido y teórico lector decirme qué sabes de Irán? Además por supuesto de que son musulmanes y que están juntito a Irak (me vale madre que a la RAE se le hincharon las bolas y ahora escriben Iraq... me gusta más la K y casi no tengo oportunidad de usarla).
Estos últimos días los he utilizado para transportar mis cosas del viejo y extremadamente costoso departamento, al oloroso a canela-manzana y nuevo departamento. Eso me ha dado oportunidad de convivir un poquito con la que será mi nueva "roomate". Y ha sido gracioso, porque al parecer ella tiene la impresión de que yo no hablo inglés. Y me divierte bastante ver cómo trata de decir algo en español y al no saber hacerlo mejor lo señala o se lo dice a mi otra "roomate" para que ella me lo diga. La dejaré creer eso hasta que haya más confianza.
Aunque bueno, si a esas nos vamos, ella podría patearme: sea como sea, ella aprenderá español, pero en cualquier momento puede hablarme en persa y yo me quedaré con mi cara de pendejo (que tan bien me sale, por cierto).

Algo que me parece interesante, es que ella no ve TV. No sé si sea por su religión o porque no le gusta o porque así la educaron, pero no ve TV. No va al cine y ¡por la Diosa Martel! no conocía los cómics.
Debes saber querido y teórico lector, que no conforme con estudiar en la escuela para nerds más grande del país, también colecciono cómics (no muchos, pero sí algunos) lo que sólo hace exagerar el estereotipo de nerd que existe en el mundo sobre mi persona. Entonces, al llevar algunos de esos cómics al nuevo departamento, ella me preguntó sobre ¿Para qué servían esos libros?
Ciertamente no sirven para ni madres, pero lo que me sorprendió fue que no conociera lo que es un cómic. Por tal motivo, no está familiarizada con Spider Man, los X-men o Batman. ¡No conoce a Batman!

Digo, de nada le sirve conocer a Batman en el doctorado que está estudiando, pero no mamar, yo conozco "Las mil y una noches". Nótese que digo esto en el menos racista de los sentidos.

El viernes hago la transición final entre departamentos y será mi primera noche ahí. Trataré de reportar más seguido cómo va todo.

Saludos.

Por cierto, ya cedí ante la presión y ya tengo cuenta de twitter: @master_dib

jueves, diciembre 16, 2010

Centésimo trigésimo noveno - Vámonos de vacaciones -

Post moderadamente pequeño:

Hacía mucho tiempo que no posteaba, querido y teórico lector, y no es porque cambié mi respetado-pero-apenas-conocido-por-cuatro-personas blog por twitter; sino porque en la escuela me traen a pan y verga, y como muchos saben, el pan se acabó el mes pasado.

Y es que me la he pasado trabajando para hacer que un robotito haga lo siguiente:

Putísima y se casó de blanco. Leer que he gastado un mes para que un robot se mueva de esa manera, no hace otra cosa que comprobar el post que escribí acerca de lo ingrata que es la maestría.

Afortunadamente, ya casi salgo de vacaciones. Y como todos suponen, regresaré a la ciudad de San Luis Potosí a pasar las festividades. Y eso me emociona casi tanto como ver crecer el pasto y sólo un poco menos que ver secar pintura de la pared.
Y es que el regresar a mi casa significa, no sólo quedarme sin Internet, sin desafíos intelectuales, sin televisión por cable y sin tortas de tamal. También significa que tendré que soportar las risas de mis sobrinos, los sonoros regaños de mi hermano y mi cuñada a sus hijos, las constantes preguntas de mis padres y un frío de su puta madre.

Y como si toda esa tortura no fuera suficiente, mi cuñada está embarazada nuevamente, porque al parecer mi hermano y ella no saben hacer otra cosa bien además de fornicar sin ningún tipo de protección. Supongo que esperan que Dios los proteja. Todo esto bajo la creencia de que es el hijo de mi hermano.

Ya casi puedo sentir mi congelado trasero en San Luis Potosí. La maravillosa ciudad que alguna vez fue capital del país. Ya casi me siento rodeado de mis sobrinos que merodean curiosos por mi habitación (ahora la suya, por cierto). Porque como también ya mencioné en un post pasado, desde que nació mi sobrino, yo me quedé sin casa. No importa lo que digan mis padres, esa ya no es mi casa. Ahora es un refugio para niños y fornicadores no más listos que simios en celo.

Lo que no sé es qué voy a hacer en mi tiempo libre. Tal vez salga un par de veces a alguna parte, jugaré Play Station 2 hasta que me vuelvan a salir ampollas en las manos y leeré varios artículos que me llevaré. Pero en el tiempo libre que tendré, sin cable y sin Internet estaré vegetando. Y no vegetando de manera cool como un plátano. Más bien vegetaré patéticamente como una manzana.
Además de todo, es la cena de Navidad y de Año Nuevo. Tener que soportar la tradición que tiene mi madre de "Arrullar al Niño Dios" y hacer brindis y agradecer por las cosas que el año nos dejó, entre otras más es algo que me da una hueva colosal.


Por cierto, hoy fui a Chili's a comer y probé una "Margarita de sabor". Me gustó bastante. ¿Creen que suena demasiado gay si digo: "¿Vamos por unas margaritas?"?

domingo, octubre 17, 2010

Centésimo trigésimo octavo - ONEFA -

Querido y teórico lector, hacía mucho tiempo que no posteaba una entrada que valiera la pena, pero finalmente tengo algo que es digno de mencionar.

Como la mayoría de mis queridos y teóricos lectores sabrán, el Dib es fan del fútbol americano; el único deporte para hombres después del ajedrez. Y como tal fan, disfruto viendo los partidos de la NFL (cosa que consume la mayoría del tiempo de mis domingos). Y como también sabrán, al estudiar en el CINVESTAV, tengo que adquirir algo del espíritu politécnico. ¿Y qué sucede cuando mezclas mi gusto por el fútbol americano y mi recién heredado fervor por el IPN? La respuesta es: tienes que asistir a un partido de la ONEFA.

Y no cualquier partido querido y teórico lector. No. Ya que mi sábado está lleno de actividades que involucran probar la estabilidad de complejos sistemas multiagentes, no me puedo dar el lujo asistir a cualquier partido. Tenía que ir a EL PARTIDO. Y así fue. El día de hoy fui al clásico de clásicos del fútbol americano estudiantil: Los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México vs Las Águilas Blancas del Instituto Politécnico Nacional. Así que sin más, te presento:

Touchdown
¿Dónde están? ¿Dónde están? Esos putos que nos iban a ganar


Primero que nada, debo hacer notar que iba al partido con mucha ansiedad. Desde hace muchos años, la rivalidad IPN vs UNAM terminaba en golpes, peleas, amenazas, personas sangrando, etc. Y conforme te vas acercando al estadio, la cantidad de policías "antimotines" crece geométricamente. Y para acabarla de chingar, soy bien niña y tengo alergia al dolor. Sin embargo, según me dijeron, debido a que esas situaciones han llevado a cancelaciones de juegos, partidos a puerta cerrada, etc. Por lo que ahora se comportan mejor y debo decir que se agradece bastante.
El partido estaba lleno de familias, padres, madres, hijos pequeños, niñas, etc. Fue bastante agradable, en especial porque yo pensaba que las únicas personas que irían a ese partido eran jóvenes (o no tanto) con toda la pinta de vagos o "porros". Pero en realidad era todo lo contrario, las familias estaban acomodándose tranquilamente en la parte media del estadio. Posteriormente me enteré que "las porras" tienen asignado una zona especial y que entran hasta después de las familias, cosa que me pareció genial.

Las personas llevaban sus playeras del IPN sin temor alguno, mostrando que UNAM e IPN pueden convivir tranquilamente y apoyaban con ruidosas porras sin temor a represalias. Playeras amarillas que decían "¿Cómo no te voy a querer?" eran igual de numerosas que las que decían "El guinda no se lleva en la piel, se lleva en el corazón".

Pero vayamos a lo que fue lo importante: el ambiente.

Cuando yo llegué, el único equipo que estaba calentando era el del IPN, en ningún momento vi a los jugadores de la UNAM.

Yo estaba del lado del IPN (afortudamente me tocó estar en ese lado) y fue bastante agradable. La tribuna estaba siempre cantando, muchos saltando y coreando las porras. Todo esto cuando ni siquiera había comenzado el partido. Para ejemplificar cómo sucedían las cosas, le daré formato al texto, de tal manera que lo que escriba en amarillo, pertenece a la UNAM y lo que ponga en guinda al IPN.

Entonces, mientras los jugadores calentaban y todo el mundo era feliz, se deja escuchar un fuerte:

- Goya, Goya, Cachún Cachún, Ra, Ra, Cachún Cachún, Ra, Ra, Goya, Universidad.


Por supuesto, la tribuna del IPN no iba a quedarse callada y comenzó un estruendoso:

- Huelum, Huelum, Gloria, A la Cachi Cachi Porra, A la Cachi Cachi porra, Pin Pon, Porra, Pin Pon Porra, Águilas Blancas, Gloria.

De nueva cuenta, como niños pequeños que no pueden permanecer sin tener la última palabra en una discusión con otros niños, se dejó escuchar el:

- Goya, Goya, Cachún Cachún, Ra, Ra, Cachún, Cachún, Ra, Ra, Goya, Universidad.

Y como un dèjávu:

- Huelum, Huelum, Gloria, A la Cachi Cachi Porra, A la Cachi Cachi porra, Pin Pon, Porra, Pin Pon Porra, Águilas Blancas, Gloria.

Y de nueva cuenta:

- Goya, Goya, Cachún Cachún, Ra, Ra, Cachún, Cachún, Ra Ra, Goya, Universidad.

Y como un convenio implícito, el estadio simplemente quedó en silencio. La porra del IPN no contra atacó, simplemente se limitaron a silvar al tiempo que la UNAM terminaba su famosa porra.

A continuación, todos en la tribuna comenzaron a saltar al mismo tiempo, pequeños saltos que retumbaban en los cimientos del estadio. Estos saltitos al parecer me convirtieron automáticamente en "puto", ya que no conformes con saltar al unísono, la tribuna cantaba animadamente:

"El que no brinque es puto, el que no brinque es puto".

Y de nueva cuenta, no conformes con convertirme en puto, también automáticamente me convirtieron en "puma", ya que a alguien con el carisma de un tarro de mayonesa con chipotle modificó la letra, de tal forma que ahora los cantos decían:

"El que no brinque es puma, el que no brinque es puma".

Y mientras todos estábamos, ya sea saltando o siendo convertidos en putos, los vendedores de refrescos, helados, gorras, dedos gigantes, y demás cosas pasaban anunciando sus productos a precios irrisorios, pero definitivamente no tan costosos como esperaba. Niños suplicando a sus padres por helados, señoras comprando gorras. Todo en animada vendimia mientras permanecían aislados e indiferentes a los comentarios del sonido local, que decía cosas como:

"Agradecemos a la tribuna de los pumas de la UNAM y las águilas blancas del IPN su presencia aquí".

Y sin razón aparente, en cierto momento, se dejó escuchar un:

- PUMAS

Y la correspondiente respuesta:

- PUTOS
Y como si eso indicara el inicio de las hostilidades:

- Goya, Goya, Cachún Cachún, Ra, Ra, Cachún Cachún, Ra, Ra, Goya, Universidad.

- Huelum, Huelum, Gloria, A la Cachi Cachi Porra, A la Cachi Cachi porra, Pin Pon, Porra, Águilas Blancas, Gloria.

- Goya, Goya, Cachún Cachún, Ra, Ra, Cachún, Cachún, Ra, Ra, Goya, Universidad.

- Huelum, Huelum, Gloria, A la Cachi Cachi Porra, A la Cachi Cachi porra, Pin Pon, Porra, Pin Pon Porra, Águilas Blancas, Gloria.

- Goya, Goya, Cachún Cachún, Ra, Ra, Cachún, Cachún, Ra Ra, Goya, Universidad.


Llegó un momento en el que los jugadores del IPN entraron a sus vestidores y todo el mundo se quedó callado.

Un instante después, la banda de guerra que había estado haciendo el clásico ruido de las bandas de guerra, se calló y varias personas salieron del vestidor de los pumas. A continuación, las porritas de los pumas aparecieron moviéndose en toda su magnificencia y toda la tribuna de la UNAM se volvió loca e hizo mucho ruido y movieron pañuelos o playeras amarillas y como cualquier equipo de la NFL, los jugadores de la universidad salieron corriendo rápidamente del vestidor, al tiempo que confeti azul y dorado salía de pistolas de aire, y fuego emergía de los conductos necesarios para formar un moderadamente interesante espectáculo que semejaba pilares que sostenían las puertas por las que el equipo entraba a la cancha.
Toda la gente de la tribuna de los pumas gritó con entusiasmo un "Goya" y el sonido local dejó escuchar un sonido que representaba el rugido de un puma, pero que más bien sonaba como un experimento del efecto Doppler en una motocicleta.


A continuación, los jugadores del IPN hicieron lo mismo, pero esta vez no hubo pilares de fuego ni confeti volando. Sólo los jugadores, que mientras eran abucheados por la tribuna de los pumas, la tribuna contraria los animaba con sendos: "Huelum".

Y entonces, el partido comenzó: Los pumas de la UNAM hicieron la patada de salida. Al tiempo en el que el pateador corría a hacer su chamba, la tribuna del politécnico se levantó y movía las manos - que mantenía arriba - en oscilaciones sobre el eje longitudinal y cuando hizo contacto con el balón, explotó un:

- PUTO

Los equipos especiales del IPN mostraron que tenían mucho entusiasmo y al recibir la patada lograron avanzar hasta más o menos la yarda 60. Y así comenzó el partido.


El partido


El buen regreso de la patada auguraba un partido interesante por parte del IPN. Se sucedieron tres jugadas más y fue momento de patear por tres puntos. No sé cómo, no sé por qué, pero el pateador hizo una patada tan mala que ni siquiera logró llegar a las diagonales. Y eso que estaba bastante cerca, más o menos a 20 yardas. El público del IPN se lamentó, mientras que la porra de la UNAM gritaba un "Goya".

Con cada primero y diez que hacían los pumas, se dejaba escuchar un "Goya" y de la misma manera, con cada primero y diez que lograban las águilas blancas, se acababan la voz sus seguidores con un "Huelum". Sin embargo, en cuanto veías el pésimo desempeño del quarterback (Número 18) del IPN y que los profundos del mismo equipo tenían las manos tan resbalidizas como si las hubieran metido en lubricante para películas porno, ahí comenzabas a preocuparte. No una preocupación como cuando te preguntas si dejaste la plancha encendida en casa, pero sí una preocupación constante que te pica en el cuello. Casi tanto como el inclemente sol que finalmente principia a caer sobre tu cabeza bien peinada.

Los errores del IPN se suceden cada vez más seguido. El Número 18 ahora deja de ser apoyado por la tribuna - que pide que se concentre, que la pase, que deje de cagarla - para convertirse un emblema de que serán tres jugadas y adiós.

Los pumas disfrutan que al medio tiempo van ganando 21 a 0. Todo lo que han intentado les ha salido: Pases profundos, carreras, pases pantallas, patadas de punto extra. Maldita sea, es un excelente día para ser universitario y pésimo para ser politécnico.

Al siguiente cuarto, quién sabe cómo finalmente el IPN recupera un balón, y en lugar de aprovecharlo sabiamente, convierten ese balón en un safety. Putísima y se casó de blanco, hoy no anotan ni por equivocación.

De alguna manera, ya van 32 a 0. La tribuna del politécnico ya no corea un "Huelum" cada que hay un primero y diez, que por cierto, ya se dan más seguido gracias a que el coach finalmente cambió al 18 por un pequeño quarterback nuevo, el número 4. Amistosamente la tribuna lo llama "el cuatrito". Él sí logra primeros y dices que emocionan a la multitud politécnica pero que finalmente pierde toda esperanza cuando la UNAM recupera un balón suelto.

La tribuna politécnica comienza a retirarse, faltando todavía más de siete minutos en el último cuarto. Ahora sólo quedan pocas personas en la zona familiar y toda la porra. La señorita que me acompañó al partido mostró signos de nerviosismo al observar que todas las personas se iban con tristeza en sus rostros y que los porros se quedaban rumiando su frustración. Me pidió que nos retiráramos y con gusto acepté su petición. Nos levantamos y nos unimos al resto de las familias que peregrinaban en un éxodo silencioso. En eso íbamos mientras con copiosa alegría, nos ganamos una mentada de madre, no sólo por parte de la tribuna de los PUMAS, sino también de la del IPN, formada principalmente ahora por los porros y por las pocas personas en la zona familiar que aun querían quedarse. La mentada de madre fue generalizada al ritmo de:

"Los que ya se van, los que ya se van, que chinguen a su madre, los que ya se van".


Saliendo del estadio, alcancé a escuchar una exclamación bastante ruidosa, signo de que alguien había anotado nuevamente. Todo indicaba que al igual que todo el partido, fueron los pumas.

Al final, el partido quedó 32 - 12. Con justa razón. Y aunque no vi el final del juego, no estoy molesto. Después de todo, no puedes recuperarte de 32 puntos de diferencia, en el último cuarto, a menos que seas los Bills enfrentando a los Oilers en 1992.

Conclusión

El ambiente es bastante chido, todos apoyando a su equipo, las originales porras del "Huelum" y el "Goya", hacen que se te enchine la piel (al menos, cuando como yo, no las habías escuchado nunca con tantas personas juntas) y te la pasas bien. Si el partido hubiera estado más parejo, el ambiente hubiera sido una gozada.
Espero que haya un partido nuevamente entre Pumas y Águilas Blancas en los playoffs, para nuevamente asistir; pero dudo mucho que las Águilas Blancas lleguen a los playoffs.


Lo bueno:

- El ambiente familiar. Muchas familias, muchos niños y niñas disfrutando del fútbol americano colegial mexicano.
- El precio: $64.00 con todo y ticket master.
- La seguridad: Había muchos, muchos policías. Te revisaban a la entrada para asegurarse que no trajeras nada que pudiera ser peligroso.
- "El cuatrito".
- La imaginación de las porras y los cantos.
- La ola.
- Dos o tres porristas del IPN están, en simples palabras, BIEN MAMIS.


Lo malo:

- Dejaron entrar primero a la porra de la UNAM, por lo que llegó un momento en el que los "GOYA" acallaban a los "Huelum" sin problema alguno. Además, a la porra de la UNAM les dieron la tribuna de enmedio, por lo que ellos mismos organizaban las porras para toda la tribuna, en cambio, la porra del IPN estaba en un costado, por lo que los que estaban del otro lado, luego ni se enteraban de cuándo cantar o lanzar un "Huelum".
- Por alguna razón, no dejaron entrara a una porra del IPN sino hasta el tercer cuarto. No sé si fue porque llegaron tarde o por falta de pericia en la logística.
- Nada más dos o tres porristas estaban, en simples palabras, BIEN MAMIS.


Factor WFT?

- ¿32 - 12?
- Los pateadores del IPN están mal, pero mal en serio.
- Casi estoy seguro que le dio una embolia al coach de las águilas blancas, porque no le salió ni madres de lo que intentó. (Agradecimientos al número 18).


Termino este post recomendando que si les gusta el fútbol americano, vayan a los juegos de la ONEFA. No tendrán todo el glamour de la NFL, y los equipos no valdrán madre, pero te la pasas muy chido. Por cierto, quiero agradecer a Sarit, que me acompañó (o me dejó acompañarla, como mejor les acomode) al partido.

miércoles, octubre 13, 2010

Centésimo trigésimo séptimo - Carta -

A quien corresponda:

Es de mi conocimiento, que el día 18 de octubre del presente año, se llevará a cabo una conferencia de astrología, concerniente al tema de "astrología evolutiva", en el que el Sr. Steven Forrest hablará de "las predicciones astrológicas del 2011 - 2012".

Me causa tristeza el ver cómo la UNAM, - que bien ha sido llamada "Máxima Casa de Estudios" - permite que se usen sus recursos e instalaciones para presentar sermones (más que discursos) de pseudociencias.
Tales sermones no hacen otra cosa que perpetuar las creencias infundadas en elementos que de ciencia no tienen ni una pizca.

Bien es cierto que todas las personas tienen el derecho de creer lo que deseen. No obstante, una institución dedicada a la enseñanza de las artes y las ciencias, tan importante y respetada como lo es la UNAM debe de apegarse a la divulgación de - valga la redundancia - arte y ciencia. No creo necesario citar aquí la definición de ciencia, pero me siento con la obligación moral de al menos hacer notar que la astrología nunca ha hecho un aporte a la ciencia; no ha realizado ni un sólo aporte al conocimiento humano, sino que únicamente logran abaratar el nombre de ciencias verdaderas, como la astronomía, no sin antes recibir una recompensa monetaria (como en este caso, las $100.00 de admisión) que según ellos financiará sus investigaciones y propiciará nuevos seminarios, pero que más que eso sirve para enriquecer a los autores de tal abaratamiento.

No es sólo por mi esceptisismo el que escribo esta misiva, sino por el hecho de que revisando los puntos clave de la "plática" que dará el Sr. Forrest (metodologías y paradigmas para medir el crecimiento del alma desde una vida a otra), no he sido capaz de encontrar un sólo artículo avalado por una revista científica seria, respetada y reconocida por la comunidad científica internacional.

Tengo la esperanza de que lo anteriormente escrito haga reflexionar a las autoridades sobre el inmenso error que están cometiendo al promover la charlatanería. Si esto siguiera así, no sería de extrañar (pero si de lamentar) que en un futuro se permitieran pláticas religiosas o proselitistas en una institución que debe intrínsecamente combatir todo esto. Así mismo confío que lo que fue un error (espero) no vuelva a repetirse so pena de hacerme creer que tales acciones representan el interés de lucrar con la ignorancia de las personas, cosa que sería, a falta de una mejor palabra, indignante.


Sin más que agregar, se despide,



Teh Dib
Ese fue el mail que escribí a la dirección: difusion.cultural@correo.arq.unam.mx, cuando me enteré por el blog de Control Zape que la Facultad de Arquitectura de la UNAM permitirá una conferencia magna de "Astrología Evolutiva". El mismo Control Zape instó a todos aquellos a los que nos molesta la charlatanería a hacer oir nuestra voz y por lo pronto esta es la mía.

De la misma manera, yo los insto a que, de estar de acuerdo, hagan lo propio.

Saludos.


P.S. Antes de que comiencen a mamar, el mail que envié sí lo firmé con mi nombre y no lo mandé de un correo genérico, sino de mi correo de la maestría.
P.S.2, Sí, me basé en la carta escrita por el mismo ControlZape, porque la verdad ya tengo sueño y todavía me falta leer algunas cosas y entender algunas teorías matemáticas que en pocas palabras: te cagas.
P.S.3. Si te molestó este post, puedes irte a chingar a tu madre. Si quieres, llévate tenis, para que te tardes menos y no te canses.
P.S.4 . Gracias a todos los que me felicitaron por mi cumpleaños.

lunes, septiembre 27, 2010

Centésimo trigésimo sexto - Quote -

Sólo vengo a poner una cita que encontré en el blog del Supersádico y que me parece simplemente perfecta.

Habemos cabrones de los cuales nunca nadie debería enamorarse, no solo por la cuestión del varo o pedos así, yo por ejemplo el varo no es algo que me importe, soy de los weyes que preferiría darle mi quincena a mi esposa y que ella la administara, me da lo mismo, el pedo conmigo es mi tremendo egoismo con mi tiempo, me gusta hacer lo que quiero hacer, cuando lo quiero hacer y que los demás hagan lo que yo quiero, eso es algo muy mezquino que no he podido cambiar de mi pero creo que las novias que he tenido se han ajustado mas a mi forma de ser de lo que yo me he ajustado a ellas.
Saludos.

sábado, septiembre 04, 2010

Centésimo trigésimo quinto - Viviendo con mujeres -

Advertencia: Moderado nivel de escatología en este post. Proceder con precaución.

Saludos querido y teórico lector.
Hoy tengo más tiempo del que suelo tener normalmente y eso repercute en que haga una pequeña actualización en un tiempo no tan mamonamente largo como últimamente se ha acostumbrado en este blog que como me gusta decir, es de todos, pero siendo un poco más específicos, es únicamente mío.

Como algunos de mis queridos y teóricos lectores saben, debido a circunstancias que a pocos interesan y a menos importan, acabo de cambiarme de departamento. Y ha sido un cambio bastante radical. Pasé de vivir con un par de holgazanes sinvergüenzas a vivir con ¡3 mujeres!

Lo primero que escucho de las personas (hombres) a los que les he comentado el hecho de que vivo con ¡3 mujeres! es:

¡SSsss.... pinche vato! ¿Y están buenas?

Y la razón por la que las personas (hombres) me dicen eso al primer momento de enterarse que vivo con ¡3 mujeres! es porque lo primero que ellos piensan es: "Menáge à trois". Por alguna razón (que ciertamente puedo entender) la primera imagen que viene a la mente de un hombre al momento de imaginar a un sólo hombre que vive con ¡3 mujeres! es una orgía colosal que durará meses.

Por otro lado, todas las mujeres que se han enterado que vivo con ¡3 mujeres! me han dicho:
Serás bendito entre las mujeres

No tengo idea de qué significa eso. No sé si sea un cumplido, una advertencia, una premonición o una amenaza.

Pero sea como sea, el vivir con mujeres es algo que ha cambiado mi vida de manera radical. Y eso que apenas llevo 1 semana viviendo con ellas.

Lo primero que notas de diferencia entre el departamento que compartía con los chavos y con las chavas, es que el departamento de estas últimas ¡Está limpio! Así es. No hay otra palabra para describirlo. No hay polvo en el suelo, no hay cabellos amontonados en la regadera, no hay platos sucios, y no hay pedazos de pastel en el techo del departamento.
Eso definitivamente es un cambio agradable. Ya no tienes que estar soportando el hedor que sale del refrigerador descompuesto que ninguno de los habitantes se ha dignado limpiar. No tienes que soportar el ver el sarro dentro del inodoro y no tienes que soportar el hecho de que 3 hombres viviendo en un departamento es algo malo.

Ahora con las mujeres, todo es distinto. Las ¡3 mujeres! estudian maestría (2 de ellas) y doctorado (la otra) en la misma escuela que yo; así que están bastante conscientes de lo que eso significa. Pero eso no hace que dejen a un lado los labores de asear el departamento y en ocasiones, cocinar, cosa que me agrada bastante.

Si bien el vivir con 3 mujeres es algo bueno, también tiene sus desventajas. O mejor dicho, sus "incomodidades". A mi nunca me ha gustado andar "sin camisa" cuando estoy descansando o algo así, pero ahora aunque quiera hacerlo NO ES POSIBLE. No puedo salir de mi cuarto por las mañanas a encender el boiler en ropa interior mientras me rasco con fruición los genitales. Digo, nunca he hecho eso y dudo alguna vez hacerlo, pero el punto ahora no es que no pueda hacerlo, sino que NO DEBO.

En el depa con los chavos, en ocasiones te encontrabas en tu habitación y esporádicamente escuchabas algún gemido aislado que bajaba de intensidad al instante. Lo único que podía explicar tal cosa, era que algúno de tus compañeros se encontraba en su cuarto viendo porno y se le olvidó bajarle al volumen. No creo necesario que indique aquí que acción imagino que realizaban mientras disfrutaban del porno.
Ahora, aunque desconozco las costumbres del goze de pornografía en las mujeres, supongo que no habrá esa clase de situaciones. Ahora tal vez sea yo el que olvide bajar el volumen de mi laptop.

Otra de las cosas que me parece interesante de vivir con mujeres, es la INMENSA cantidad de cosas que tienen. El baño tiene más de 15 productos de belleza ¡Para cada una de las chavas! Shampoo, jabón, crema, crema exfoliante, pomadas, maquillaje, etc. etc. Y además, tienen artefactos increiblemente raros como los "cepillos interdentales" que de sólo recordar como se usa una aberración así me duele la boca. Los hombres sólo tenemos: Cepillo y pasta dental, shampoo, jabón y rastrillo. Los menos hombres usan crema de afeitar, pero los machos como yo, lo hacemos a pelo, únicamente con agua.

Otro problema es que las mujeres exageran para todo.
Hace poco se acabó el papel higiénico y las chavas estaban todas histéricas, ya haciendo un plan de cuándo ir al super a comprar cosas, cómo repartirnos los gastos, etc. etc. Todo porque se acabó el papel higiénico. Bien pude ir a la tienda a comprar un paquete, pero al parecer esa idea era tan descabellada como utilizar servilletas.

Sin embargo, lo más difícil de vivir con mujeres son los pequeños detalles que nunca habías pensado antes: ¡El baño!
Si bien, todo el mundo tiene la imperiosa necesidad de ir al baño, cuando vives con tres mujeres (que no tengan relación fraternal contigo), el ir al baño no es algo tan sencillo. Digo, la teoría es la misma: entras al baño, cierras la puerta con seguro, te sientas en el bien denominado trono y dejas que los movimientos intestinales hagan lo suyo. Pero ahora es distinto.
Para mis queridas y teóricas lectoras: ¡Los hombres idealizamos a las mujeres como perfectas critaturas que NO DEFECAN! Espero que mis queridos y teóricos lectores hombres me apoyen en esto con sus siempe bien recibidos comentarios. Digo, los hombres no somos idiotas (no mucho). Sabemos que van al baño y defecan, pero preferimos pensar que simplemente, ustedes no van al baño, o a lo mucho, sólo orinan.
Pero los hombres no. Los hombres vamos y tiramos enormes leños de mierda y hasta cierto punto, nos sentimos orgullosos de ello. El problema es que... bueno... tales leños no suelen salir "calladamente". Y si te pones a pensar en que somos cuatro personas viviendo en un departamento en el que se puede escuchar cómo alguien abre la puerta de su closet cuando todas las puertas están cerradas; pues no es algo lindo.

Entonces, para todas las personas que tienen un poco de decencia, la idea de meterte en una habitación con más eco que la chingada y ponerte a "matar patos" como eufémicamente (¿existe la palabra "eufémicamente?) llamó una de las chavas al hecho de soltar gases, ya es algo que te hace pensar.
Sí, todo el mundo lo hace, es natural, no tiene nada de malo, nada más bájale y usa aromatizante, todas esas frases que piensas ya las he pensado y sabes qué... ¡Eres un hipócrita! Quiero que vayas un día a la casa de tu novia@ y mientras (él) ella está viendo la TV, quiero que entres a su baño te pongas a pedorrear como si fueran cohetes en Navidad.


Básicamente es todo lo que tengo que decir por ahora. En general, en todo lo demás estamos muy bien. Nadie se mete con nadie, no hay (ni habrá) menáge à trois, nos repartimos el quéhacer, y todos somos bastante responsables. Pero bueno, como dije, son los pequeños detalles los que se extrañan.


Saludos y perdón por la escatología.

jueves, agosto 12, 2010

centésimo trigésimo cuarto - ¿Qué hago? -

Saludos querido y teórico lector.
Ya sabes que nada más me paro aquí esporádicamente debido a que soy un estudiante de maestría que al parecer hace disfrutar mucho a sus doctores cuando lo sodomizan, porque lo hacen muy seguido.

Al igual que tú, mis padres, mis amigos (hic), mis tíos y mis primas, supongo que piensan que aunque la maestría es particularmente pesada, tengo un tiempecito de esparcimiento y relajación que debería aprovechar para derrochar buen gusto a través de mis dedos y postear más seguido, pero como verás a continuación, el estudiar una maestría de tal envergadura como la mía, no me da tanto tiempo como me gustaría.

La maestría es una de las cosas más pesadas y más ingratas que puede cualquier persona estudiar. Piénsalo durante unos instantes; si eres master, en teoría eres superior a un ingeniero, sin embargo, nadie te dice "master". Nadie dice: "Buenas tardes, master Dib", "¡Qué bonitas pantunflas, master Dib". Y definitivamente, nadie dirá: "Master Dib, sus gases no tienen aroma".

Cuando eres Master, los Doctores te ven con desdén, inclusive más que si eres únicamente ingeniero. Como master estás en una especie de limbo social en el que no eres lo suficientemente listo para ser Doctor, o lo suficientemente hábil para estar en la industria. Eres un paria del paradigma en el que terminas la universidad y debes ingresar al mundo laboral a mentar madres y a "ganar dinero". Y eso acarrea una serie de problemas que ya postée en la entrada anterior: no tienes dinero, no tienes AFORE, no tienes antigüedad, no tienes experiencia, no tienes nada excepto un título que dice que NO ERES DOCTOR.

Hay que ser sinceros, el título de master únicamente significa que no eres doctor. Eres muchísimo más cabrón que un ingeniero, porque me cae que quiero ver a un ingeniero haciendo los controles que hacemos nosotros, pero eso no te servirá para nada, porque si entras a la industria a un área de investigación, tus jefes serán Doctores que te demostrarán que no sabes ni la mitad de lo que deberías, y si entras a la industria a otra área, nada de lo que aprendiste en la maestría te servirá. Bueno, al menos que tu maestría sea una burla a las maestrías, como "Control de Calidad" o "Maestría en educación" o "Matemática educativa".

Pero ese no es el punto de esta entrada. Hoy vengo con dos intenciones, la primera, mostrarte algunas de las cosas que hago, para que veas en lo que "pierdo mi tiempo". Y la segunda, demostrarte que aunque las cosas que hago requieren de un esfuerzo considerable de muchas personas, para los no iniciados (léase cualquiera que sea ingeniero para abajo), no le parecerá la gran cosa y pensará que la maestría es más fácil e inútil de lo que yo pregono, lo que demostrará la tesis que tengo de que estudiar una maestría es de las cosas más ingratas.


Vamos a ver qué tengo por aquí:


Esta querido y teórico lector, es la imagen de la trayectoria de un robot móvil que debe seguir la espiral de Arquímedes en un determinado tiempo. La simulación fue programada enteramente en Visual C++. El robot comienza en el centro de la espiral y luego se mueve a una velocidad de más o menos 0.5 m/s mientras realiza la trayectoria que ves. La programación de la simulación tomó más o menos cuatro días entre tres personas, suponiendo que programara seis horas diarias. (Al decir programara me refiero a pensar el algoritmo, a escribir el código y a verificar las soluciones). Antes de comenzar a hacer la simulación, se dedicaron dos días a proponer un control al sistema no lineal, dos días para verificar la estabilidad asintótica global y un par de horas para planificar la trayectoria.



En esta imagen se muestra una nueva simulación del mismo carrito, ahora siguiendo una nueva trayectoria. La simulación se programó enteramente en Maple, usando las herramientas que vienen en su página de descargas. El algoritmo de control es más sofisticado puesto que ahora sí es controlado con un modelo dinámico, no únicamente cinemático.



La gráfica anterior muestra la convergencia asintótica para el seguimiento de trayectorias de un robot móvil (nuevamente, un carrito). En esta ocasión lo que queríamos verificar era la asertividad del control propuesto por métodos de pasividad y compararlo con el método conocido como "Par calculado". Se desea que el carrito realice una trayectoria circular de medio metro de radio, comenzando en el origen. La gráfica anterior muestra claramente que al comenzar en el origen, tiene que moverse rápidamente hasta su posición deseada. En cuanto logra alcanzar la posición, entonces el error se mantiene en cero y sigue la trayectoria de una excelente manera. La programación de la simulación se realizó en MatLab/Simulink y tomó cerca de una semana. La planeación del control por par calculado tomó un día y el control por pasividad fue el tema de tesis de doctorado de un compañero. ¿Trivial? Para nada. ¿Sorprendente? Tampoco.

La imagen anterior muestra un péndulo simple que debe ser llevado por un motor desde la posición vertical de reposo hasta la posición horizontal y mantenerlo ahí. Se calculó el voltaje que se necesita aplicar al motor para lograr esto. Lo importante de esta simulación fue que el modelo utilizó el formulismo de Euler Lagrange, que implica derivadas parciales y totales en la misma ecuación. Aunque parece una gráfica que pudo realizarse con cualquier programa como Photoshop, en realidad el movimiento sigue la trayectoria y velocidad que yo le indiqué, y es matemáticamente conforme con las ecuaciones desarrolladas.

La gráfica anterior es el resultado de la imposibilidad de demostrar la estabilidad de un sistema no lineal. Al no poder demostrarlo matemáticamente, se optó por graficar su respuesta. El resultado fue que el sistema era completamente inestable aun para regiones cercanas al origen. Para los no iniciados, eso significa que no sirve para nada.

Plano de fase de un sistema lineal. En realidad este es muy sencillo de hacer, pero quería mostrarlo porque los colores se ven chidos.

Uno de los tantos ejercicios de tarea que tuvimos que resolver. Ahora en retrospectiva, me parece que en realidad está muy sencillo, pero cuando tuvimos que enfrentarnos a él, nos pateó las bolas a todos los estudiantes de la materia.

Este es un freno que tuve que diseñar para la materia de Diseño Mecánico. Los componentes son del tamaño y función de un freno real, y fueron calculados para funcionar en condiciones extremas. Aunque faltaron muchos estudios y cálculos de optimización, considero que el diseño de mi freno es completamente funcional. Tal vez no cumpla con los estándares internacionales, pero al menos yo no dudaba en subirme a un vehículo que tuviera ese freno.


Estudio del factor de seguridad para el plato del freno. Los cálculos tomaron muchas horas, pero el diseño del freno fue una tarea titánica que me llevó cerca de dos meses.

Modelo de una barrenadora de pozos de petróleo. Aquí vienen matemáticamente modelados los efectos de las rocas, los gases, los líquidos, los deslizamientos, la fuerza del motor, la rigidez de las flechas, etc. etc. Sí, también lo simulamos. El modelo está basado en el usado por el Instituto Mexicano del Petróleo para la tercera aproximación de una barrenadora. Supongo que en el IMP tienen un modelo que incluye más factores, al menos refinado otras dos o tres veces. Tiempo de simulación: 4 días.

He hecho muchas cosas más. He tenido que aprender a programar LEGOS, a programar en Visual Basic, a utilizar programas de computadora que permiten que programe una simulación en una semana en lugar de un año. He tenido que leer infinidad de artículos con matemáticas tan avanzadas que ni yo las entiendo; he tenido que construir plataformas para probar las simulaciones, he tenido que armar circuitos, tornear piezas, soldar, y leer libros y libros como un condenado a muerte.

Has visto muchas de las cosas que he realizado en la maestría. Todas y cada una de ellas requieren un conocimiento de alguna área de la ingeniería, que curiosamente, poco ingenieros tienen. Todas las cosas que has visto han tomado mucho tiempo, no sólo en hacerlas, sino en entender la teoría básica que justifica todo para finalmente lograr simularlos y asimilar los resultados. Y sin embargo, estoy seguro que poco te impactó. Viste las gráficas y tal vez te preguntes cómo hacer tal cosa, pero cierto estoy de que ni siquiera imaginas la complejidad de tal efecto. No alcanzas a vislumbrar todo el trabajo que requiere que estos elementos se conjuguen para hacer una maestría.
Y es por esa imposibilidad de entender el trabajo, que las personas piensan que es sencillo. Que exagero al decir que no tengo tiempo, que está muy difícil.

Y por eso, estudiar maestría, es bien ingrato.


Saludos.